miércoles, 29 de agosto de 2012

NEW WORLD TRIO



Acompañando el visionado del estimable documental "Corman´s World: Exploits of a Hollywood Rebel " (2011), un recorrido interesante e interesado por una de las figuras más singulares del cine independiente made-in-USA, me acerqué a tres de sus producciones de su etapa más fructífera de la New Worl Pictures. Estética setentera, filosofía antisistema, humor desihinbido, asalto a la propiedad privada, enfrentamiento a las fuerzas del orden, explosiones, algún desnudo...Un sello inimitable que animó las sesiones cinemátográficas de medio mundo. Vayamos con ellas.

 1.- Grand Theft Auto (1977)

Antes de convertirse en uno de los cineastas más anodinos y previsibles del cine actual, Ron Howard (un tipo que siempre me resulta simpatico aunque sus películas no me gustan) dirigió esta disparatada comedia sobre ruedas fiel a la filosofía de la New World cormaniana y con evidentes ecos de la memorable serie de TV: "Los autos locos". Howard llegó a un acuerdo rápido con Corman: Ron protagonizaría "Eat my Dust" (1976) y Roger le respaldaría en su debut como realizador. Todos salieron ganando.Una pareja se da a la fuga en el cohe de lujo de los padres de ella y son perseguidos por todo bicho viviente. Fresca, dinámica, enloquecida, ligera, absurda, un simpático divertimento netamente B, cuyas enseñanzas básicas su director poco tuvo en cuenta. Produce Jon Davidson, montan (y muy bien por cierto), Joe Dante y Allan Arkush (este con cameo  incluido), Gary Graver en la fotografía y la familia Howard delante y detrás de las cámaras (Un auténtico "Wild Bunch"). Por aquí se la llamó Loca escapada a Las Vegas (1977) y aunque no tuvo secuelas si dió nombre a un popular video juego que no tiene nada que ver con ella. Costó 600.000 dólares y recaudó cerca de 15 millones. Roger Corman tan contento.

2.- Cannonball (1976) 
El segundo film que Paul Bartel dirigió para la New World, despues de la increible "La carrera de la muerte del año 2000" (1975), de nuevo con David Carradine de protagonista. Una comedia de acción sobre ruedas, dirigida con evidente desgana por Paul Bartel, pero animada con un florido reparto que al menos justifica el visionado: Dick Miller, Belida Balaski, Mary Woronov, Robert Carradine, James Keach, Louisa Moritz, Roger Corman, Sly, Martin Scorsese, Joe Dante & Allan Arkush, Jonathan Kaplan, Todd McCarthy & Joseph McBride, Paul Bartel al piano, Bill Mckinney, Veronica Hammel....No faltan las persecuciones, los choques en masa y algún momento pseudorefléxivo para dar respiro al respetable. Posteriormente, la remakearon o algo parecido en "Los Locos de Cannonball" y sus continuaciones, con menos gracia y más presupuesto.
3.- Rock´n´Roll High School (1979)

Roger Corman no inventó la comedia gamberra juvenil pero puso sus cimientos en la década de los 50. Rock´n´Roll High School (1979) es un regreso por parte de la New World al espíritu teenager de esas películas de los años 50 y 60 ( no olvidemos las beach movies y sucedáneos) pasados por el tamiz de "Desmadre a la Americana" (1978). P.J. Soles, Los Ramones, Mary Woronov, un Instituto de los que solo aparecen en las películas, humor absurdo, la filosofía de la New World Pictures, cine B, revolución juvenil, Clint Howard, una destrucción orquestada....y un desatado Paul Bartel robando al personal las escenas en las que aparece. Puro cine setentero como sólo se facturaba en los margenes del cine independiente americano y un  título de evidente culto. Dirige Allan Arkush con la complice ayuda no acreditada en diversas tareas de Joe Dante.

lunes, 27 de agosto de 2012

AMERICANA (1983)

El presente artículo fue escrito para el estupendo blog  "La abadía de Berzano" y allí fue publicado el 20 de Octubre de 2009. (Podeis ver la reseña original directamente pulsando aquí). Lo publico de nuevo con ligeras variaciones.



Americana (1983) es un título atípico en la obra de David Carradine, tanto por ser una de sus escasas incursiones detrás de las cámaras, como por su dificultoso proceso de gestación: la película no se pudo concluir hasta una década después de empezar a ser filmada. El actor tuvo que ir financiando poco a poco su deseada obra mientras iba trabajando en todo tipo de películas. Encontrar datos sobre ella es francamente difícil a la espera de que alguien edite en España "Endless Highway", la autobiografía del finado actor donde se le dedica un importante espacio. Aceptemos simplemente que se trata de una adaptación de “The Perfect Round” una desconocida novela escrita por Henry Norton Robinson (a todas luces interesante por lo apreciado en la película) y destaquemos la presencia de la maravillosa Barbara Hershey, unida sentimentalmente al actor entre 1973 y 1975, con la que formaba una de las parejas señeras de la contracultura Hollywoodiense.

 
En un errático camino sin rumbo, el soldado sin nombre llega a un pueblo perdido de Kansas donde empieza a reconstruir un derruido y oxidado tiovivo abandonado por los propios vecinos. El objeto en cuestión de indudables connotaciones alegóricas funciona en el film como recuerdo de un pasado olvidado, un hacedor de felicidades pasajeras que en la convulsa América postvietnam ha perdido todo su valor. La acción del soldado, en un empeño solitario y no exento de contrariedades es vista por los lugareños con lógica ironía y no poco desprecio. De alguna manera, la acción individual de un extraño por reconstruir una parte del glorioso pasado no dará sus frutos hasta que la obra esté concluida.

Americana (1983) comparte época y filosofía con los moteros tranquilos y los toros salvajes. Sin embargo,  Peter Biskind no la hace aparecer  por las páginas de su interesante obra. Quizá la personalidad de David Carradine no era lo suficientemente convulsa o llamativa para darle salida en el polémico libro, pero su aventura para sacar adelante Americana, tiene al menos tanto valor como algunos  hechos allí narrados. Sirvan de ejemplo los rodajes de The Last Picture (1971), la aventura lisérgico-andina vivida por Dennis Hopper y un puñado de conocidos outsiders del mundillo del cine o la singular Sorcerer (1977) de William Friedkin, inmersión del cineasta norteamericano en el horror vacui en una obra desbocada de evidentes resonancias conradianas (Houston, Fuller y Herzog también son aquí admitidos).

 
Se apreciará por mis palabras que hablo de Americana como una obra de los años 70, y es así como debe de ser catalogada. Su estreno en 1983 es un accidente no premeditado por que esencialmente estamos ante una cinta que comparte valores, personajes y situaciones que ya en el año de su estreno habían ya fenecido. Por si había alguna duda, Dennis Hopper, pope de la revolución contracultural cinematográfica había puesto la losa definitiva en su magistral Out of the Blue (1980), aparente manifiesto del nihilismo punk que descubría sin tapujos las cenizas de la era de acuario. Y el tandem Wim Wenders/Sam Shepard buscaba el american spirit desde otros postulados éticos y estéticos.

El estilo empleado por Carradine, naturalista y sin molestas fricciones manieristas, otorgan a Americana una insólita veracidad que la aleja de premeditados juegos metalingüísticos. Carradine no busca dogmatizar ni sermonear al espectador. No carga las tintas en su exposición de ideas aunque las resonancias sociopolíticas son evidentes. Sus acciones, comportamientos y miradas, sus propios movimientos otorgan dignidad a su insólita e inexplicable empresa. El deseo, la violencia, la sin razón, la incomunicación, el hastío o la frustración son piezas integrantes del puzzle propuesto por el protagonista de El Huevo de la Serpiente (1977). 

A diferencia de Arthur Penn o Dennis Hopper, Carradine no desarrolla un retrato generacional aunque su personaje y el mundo en que vive tienen algunos paralelismos con las obras de los citados cineastas. Tampoco hay que olvidar el legado del siempre interesante Monte Hellman: el soldado sin nombre es compañero de correrías de los protagonistas de Carretera asfaltada en dos direcciones (1971) o Cockfighter (1974). Pueden ser entre estas dos franjas autorales (el retrato generacional y sus consecuencias desarroladas en diversas ocasiones por Hopper y Penn, y el existencialismo sin rumbo en los personajes de Hellman) donde mejor se encuadre una obra como Americana: un caballo negro buscando su sitio en el sueño americano. Una peculiar quimera trasnochada en su llegada a los cines: un año antes otro exsoldado sin rumbo había reivindicado su posición a sangre y fuego en la Norteamérica de los 80. El rearme ideológico de la América vencida iba evidentemente por otros caminos.

lunes, 20 de agosto de 2012

THE BLACK GESTAPO (1975)


Poco o nada conocido por el gran público, Lee Frost supone una obligada parada a la hora de tratar el cine de bajo presupuesto. Experto curtidor de nudies en los 60, agrupado durante esos años con el poco frecuentable aunque delirante Bob Creese, Frost suministró al público menos culto y más enfebrecido de un conjunto de joyas casi invisibles que son pieza obligada para todo seguidor de la "otra" historia del cine. Nos referimos a títulos como Surftide 77 (1962), House on a Bare Mountain (1962, uno de los nudies más recordados aunque su visionado actualmente provoque bastante sopor), Love is a four letter word (1963), Hollywood´s world of flesh (1963), The Sexploiters (1965), The Defilers (1965), Mondo freudo (1966), Mondo Bizarro (1966)....Productos rápidos, rudos, eróticos, cómicos que fueron curtiendo a Frost como una de las luminarias del cine bizarro made in USA. Otra de sus especialidades era el "tuneado" de cine extranjero comprado por Creese, remontando, doblando y añadiendo insertos rodados por el mismo para nacionalizar el botín de guerra (fórmula habitual utilizada por todos los productores de cine B). 

 
El golpe de mano lo dió definitivamente en 1969 con Love Camp 7, la madre rijosa y nada autoral del luego popular nazixploitation, que le llevó con el tiempo al altar de las obras de culto más inmundo y perverso. Esa pieza de orfebrería Z fue acompañada de dos filmes destacables en su curriculum donde mezcló sin rubor la tradición western, la guerra de secesión y la estética nudie: Hot Spur (1968) y The Scavengers (1969).

 
En los 70, Frost dejó a Creese y se unió a Wes Bishop subiendo de escala y ofreciendo algunos títulos hoy recordados como Dixie Dynamite (1976), The thing with two heads (1972, su primer encontronazo con la blaxploitation), Chain Gang Women (1971) o Policewomen (1974). Ambos son responsables del guión de un título devenido en cult-movie como es Carrera con el Diablo (1975), insólita mezcla de road-movie y satanismo redneck que en sus manos posiblemente hubiese ganado en diversión y delirio. El año de esa fabula diabólica Wishop y Frost perpetraron.....The Black Gestapo (1975).

Un tipo llamado General Ahmed (exviet para más señas) comanda una organización  uniformada llamada el "Ejercito del Pueblo" que pretende ayudar a la población afroamericana más desfavorecida. Ante las perrerías y sometimientos provocados por los mafiosos blancos, el coronel Kojah (su segundo) le ofrece formar un grupo de contención ante los ataques constantes de los citados facinerosos. Sin embargo, el asunto se sale de madre y genera algo peor....

 
Aunque Frost y Bishop no buscaban una pieza de cine político-social es lógico que sus retorcidas mentes generasen un filme como The Black Gestapo. No existe ningún comentario ni crítica a la sociedad del momento pero es evidente la influencia del fenómeno de los Panteras Negras y su excisión, el Black Liberation Army, en la organización representada en la película. Sin embargo, Frost y Bishop lograron molestar a todo el mundo dada la galería de figuras negativas que representan. Si los hampones blancos utilizan la violencia y la extorsión para subsistir, su contrapartida y a la postre fuerza negra de reemplazo no tiene un comportamiento mejor. Las violaciones, robos y asesinatos de los mafiosos blancos son sustituidos por violaciones, robos y asesinatos más burros ejercidos por el movimiento radical negro. El hampa blanca es eliminada por la fuerza de vigilantes de color para instaurar su propio régimen de bajos fondos (muy al estilo de "Bucktown") extorsionando y humillando a la propia gente del guetto. Otro aspecto ciertamente delirante es el denigrante trato sufrido por los personajes femeninos en el filme: personajes florero utilizados como reclamo sexual de manera gratuita y cuando conviene violentamente.

Por lo demás, The Black Gestapo es un perfecto e irrepetible ejemplo de cine de explotación: es un filme dinámico, entretenido, superficial, violento, funky y excesivo a la hora de mostrar algunas de las situaciones planteadas. Los que sepan mantener una cierta distancia con lo planteado podrán disfrutar de los polémicos paralelismos con el nazismo (off sonoro incluido); de la aparición de la neumática Uschi Digard; del ambiente de puterío barato organizado por el Coronel Kojah y los suyos; de las gratuidades que utiliza el guión en su desarrollo y para concluir con el sentido de la venganza que unos y otros se toman a lo largo de la película. Black Gestapo no es la película ideal para proyectar ante un auditorio de militantes negros pero es una perfesta demostración de hasta donde es posible degenerar una fórmula. Aunque solo sea por ello, merece un pequeño respeto.


miércoles, 15 de agosto de 2012

ALCHEMY ENTERTAINMENT (2)


Charles Band nunca ha inventado la pólvora y en el caso del "urban horror" tampoco fue una excepción. Cuando se utiliza este término se suele hablar de algunos títulos desencadenados en los 90 a raiz del estreno de "Candyman" (1992), aunque el film bandera de la modalidad sea "Tales from the hood" (1995), un título que recuperaba la modalidad de película de historias cortas, adaptándolas a la nueva sensibilidad blaxploiter. E incluso hubo series que se apuntaron al carro como "Leprechaum" en sus innenarrables "Leprechaum in the Hood" (2000) y "Leprechaum back 2 the Hood" (2003), o cantantes como Snoop  Dogg que intentó poner su granito de arena en las flojísimas "Bones" (2001) y "Hood of Horror" (2007). Pero sigamos con la andadura de Band en el ghetto.....

Cryptz (2002). Un grupo de raperos van a un club de striptease. Las strippers son vampiras. Los raperos no lo saben e intentan liarse con las chicas. Las vampiras intentan devorarlos....empieza el follón....¿Os suena? Al menos la película no esconde sus influencias, es muy básica y puede que sea la mejor del lote. Al menos hay sangre, chupasangres macizas, algo de acción, humor e incluso algún desnudo. Tampoco esperen demasiado pero para hincar el diente en algún título de los aquí ofrecidos, puede valer.

Killjoy 2: Deliverance from evil (2002). La primera no pareció interesar demasiado pero por alguna razón se lanzaron a realizar una secuela. El presupuesto es cinco veces menor que la primera y el actor que hacía de Killjoy fue cambiado aunque era lo mejor de la primera película. Un grupo de delincuentes que son llevados a algún lugar para realizar trabajos sociales se quedan tirados por el camino y se topan con el payaso asesino. Hip hop, muertes, vudú, sangre y ambiente nocturno para llegar cansinamente a los 70 minutos sin que se note demasiado. Para sorpresa de todos, el payaso volvería.....

 
Urban Evil: a Trilogy of Fear (2005). Fiel a si filosofía depredadora, Band presenta un nuevo film remontando los anteriores Ragdoll, The Horrible Dr. Bones y The Vault, y lo convierte en una antología de historias. Al acortar las tres películas, el resultado funciona mejor que por separado y al menos consigue un megamix zetoso algo más animado. No debían ir las cosas muy bien en casa Band, cuando hizo lo mismo un año antes con  "Puppetmaster". En resumen, muñecos asesinos, fantasmas africanos, siniestros brujos, zombies, vudú, hip hop, sangre, muertes....Nada nuevo bajo el sol.

Epílogo: cuando nadie lo esperaba y mientras realiza Puppetmaster X: Axis of evil (2010), Charles Band resucitó al payaso asesino en Killjoy 3 (2010), un filme que luce mejor que sus anteriores apariciones aunque no se reincide en el "urban horror" y se busca un público más amplio ( en resumen, la serie pasa de negro a blanco). Y este año le tendremos de vuelta en "Killjoy goes to Hell" (2012)......

martes, 14 de agosto de 2012

ALCHEMY ENTERTAINMENT


Charles Band, prototipo moderno de productor B o Z, surtió en los 80 desde la la extinta "Empire" con un conjunto de producciones terroríficas y de ciencia ficción, que le colocaron a la cabeza en la división anteriormente citada. Sin embargo, el tiro le salió por la culata y el provechoso negocio se vino abajo debido a su falta de previsión empresarial. Su segundo intento, menos impactante pero a la larga más provechoso fue la "Full Moon" compañía surgida en los albores de los 90 y que prolongó el espíritu de la "Empire" pero a menor escala y desde suelo americano.

A finales de los 90, con el fín de sacar beneficios rápidos con inversión casi nula, se sacó de la manga "Alchemy Entertainment", subdivisión de la compañía dedicada al "terror urbano", en otras palabras, resucitar la blaxploitation en clave terrorífica y emparentarla a la cultura hip hop. El resultado fue un conjunto de películas poco o nada vistas, rodadas con escasísimos medios y con el fin de explotarlas en el mercado doméstico. Vayamos con ellas, aunque su visionado pueda provocar alteraciones poco beneficiosas.

Ragdoll (1999). La marca de identidad de la "Full Moon" son los muñecos asesinos y aquí se adapta la fórmula al terror urbano. Una venganza sobrenatural, una entidad maléfica desencadenada, mafiosos controlando el negocio de la música, víctimas inocentes, una banda de hip hop en medio del embolado, una serie de muertes, un poco de sangre, algo de humor...Dirige Ted Nicolau, un todoterreno siempre al servicio de Charles Band, y el guión posiblemente sea algún descarte de la serie "Puppetmaster".

The Horrible Doctor Bones (2000). De nuevo Ted Nicolau al frente de una producción donde hay poco que cortar. Una banda de hip hop es respaldada por un misterioso productor musical llamado Dr. Bones. Sin embargo, al tal Bones la música le importa poco. Lo suyo es controlar al personal mediante conjuros y hechizos utilizando para ello las canciones del grupo. Gore, chistes, algún que otro zombie y poco más, para un filme que buscaba ser franquicia y  pereció por el camino. The Doctor is in the House! (y allí se quedó).

The Vault (2000). El fantasma de un brujo africano está encerrado por el bien de todos en un baul, el cual encuentra escondido en una casa abandonada. Un aburrido grupo de alumnos y su profesor acuden allí, con tan mala fortuna que liberan al citado espíritu provocando el terror esperado: muertes, sangre, situaciones mil veces vista,....Dirige un tal James Black, al que seguro que hemos visto como actor en un montón de películas.
Killjoy (2000). Si te han quedado ganas de seguir, prueba con esta película pues es la única del grupo que generó secuelas (reales y en los espectadores).  Un payaso diabólico con toda su parafernalia es invocado por un jovencito para que le ayude con los matones del barrio. El payaso empieza a matar a diestro y siniestro aunque no siempre de la manera esperada. Algo debieron de ver en la película cuando al menos ha dado ya para dos continuaciones. Como en el resto de estas producciones, sus escuetos 70 minutos dan para muy poco y el terror aunque lo parezca, brilla por su ausencia.



Continuará......

sábado, 4 de agosto de 2012

GORDON PARKS, JR.

 

Nacido en Minneapolis, en diciembre de 1934 e hijo mayor del mítico fotógrafo, escritor, músico y director Gordon Parks, una figura de capital importancia a cuya sombra creció el joven Parks jr. Como en otras ocasiones similares y buscando desligarse de ese peso, el director de "Superfly" (1972) buscó su destino sin olvidar el rico legado de su progenitor. En la década de los 40 vivió en Chicago con su familia y posteriormente se trasladó a París con su padre mientras este trabajaba como reportero para la revista Life.

En París, el joven Parks descubre y disfruta del ambiente cultural europeo, aprende el idioma, desarrolla su espíritu viajero (que le acompañará hasta su trágica muerte), hace sus primeros pinitos en la pintura y en el mundo teatral. De vuelta a los States, asiste al desmoronamiento del matrimonio de sus padres y trabaja un tiempo en el sector de la moda en Nueva York (trasladando percheros). En el 57 entra en el servicio militar pero pronto se verá dispensado del mismo debido a un accidente.


 
En los 60, Parks Jr. desarrolla e impulsa su interés por la fotografía y desarrolla una trayectoria paralela como músico folk en el Greenwich Village. Influenciado por el trabajo de su padre pero ejerciendo una cierta competitividad, Parks Jr firma sus trabajos con el nombre de Gordon Rogers. Trabajó como fotógrafo de continuidad en alguna película de Marlon Brando (Queimada o El padrino) y ayuda a su padre en la opera prima de este en Hollywood: The Learning Tree (1969). Este contacto directo con el mundo del cine será vital para su posterior trayectoria laboral. 

 

En 1972, dirige su primera película convertida con el tiempo en uno de los iconos del cine afroamericano de los años 70: "Superfly". Un estimable título con un soundtrack inolvidable a cargo del genial Curtis Mayfield, en cuyo rodaje tuvo que lidiar con todo tipo de problemas y donde Parks Jr. captó perfectamente el ritmo de la calle de los barrios más desfavorecidos y generó una amplia polémica a dos bandas (tanto blancos como negros) por el contenido del filme. Un éxito de taquilla, un tanto inesperado que supuso el climax del movimiento comercial conocido popularmente como "Blaxploitation" (término que a buen seguro no le haría ninguna gracia como bien sucedía con su padre). De esta película, ya nos ocupamos extensamente anteriomente y podeis consultarlo aquí.


El resto de sus películas las realiza entre 1974 y 1975, teniendo un impacto inferior a pesar del interés de las mismas. Rechazó realizar la secuela de "Superfly" y en su lugar optó realizar "Thomasine & Bushrod" (1974), un filme al servicio del cult actor Max Julien (que producía y escribía además el guión) donde narraba las andanzas de una pareja de forajidos (Julien y la maravillosa Vonetta Mcgee) en los albores del siglo XX, a medio camino entre el western, el cine negro y la aventura romántica. 



A continuación, realiza el thriller Los Demoledores (Three the hard way, 1974) primera reunión del black pack (Fred Williamson, Jim Brown y Jim Kelly) que combate en un agradecido tono comic a un supremacista que quiere eliminar a la población negra de los USA. Quintaesencia del fenómeno anteriormente comentado aunque se trate de su filme más deslavazado.


Su última película será "Aaron loves Angela" (1975), actualización del drama shakesperiano "Romeo y Julieta", ambientada en zonas suburbiales y con puertoriqueños y afroamericanos enfrentados. Toda una rareza protagonizada por Irene Cara y  Kevin Hooks (Hijo de Robert Hooks y posteriormente, director de cine) que mostraba a un cineasta poco habituado a seguir las fórmulas trilladas del mercado. En esos años, Parks Jr. vive en un rancho californiano donde desarrolla la gran pasión de su vida: los caballos (era un experto y consumado jinete).

 

A finales de los 70, crea una productora independiente con el fin de desarrollar una serie del filmes en Africa. El 3 de Abril de 1979, mientras realiza una busqueda de localizaciones su avión se estrella en el aeropuerto de Nairobi falleciendo en el acto. El fatal accidente tendrá una injusta ironía. Muchos medios informarán de la trágica desaparición de su padre en lugar de la suya. Años después, en el estimable documental "Half Past Autum" (2000); Gordon Parks recuerda emocionado a su hijo y tiene que cortar la escena al rememorar el terrible momento de su muerte. Un injusto olvido que con el tiempo espermos que podamos ir subsanando.

*Fuente utilizada: http://dubois.fas.harvard.edu/parks-gordon-jr-7-dec-1934-3-apr-1979-filmmaker-was-born