domingo, 19 de julio de 2009

CERRADO POR VACACIONES


....y a la vuelta: el increible Al Adamson, Cleopatra Jones, Blacula, black movies reviews, el hombre del Planeta Ulmer, Pam Grier, el detective negro, Afro Samurai, Rudy Ray Moore, Iceberg Slim, el maestro Chester Himes, Blade, Terrorificos 70, Dimension Pictures, Cine Bizarro...y muchas cosas más. Hasta la vista.

viernes, 17 de julio de 2009

RICOCHET (1991)


En los años 90, los actores de color empiezan a ocupar el protagonismo de importantes producciones, ya alejadas del tono minoritario y populista del cine afroamericano setentero y buscando el beneplácito de todos los públicos. Eddie Murphy, Morgan Freeman, Denzel Washington, Will Smith, Samuel L. Jackson o Wesley Snipes (el más blaxploiter del grupo) van tomando importantes posiciones en el siempre inhospito mainstream hollywoodiense. Dentro de nuestro habitual terreno y sin ser realmente una neoblaxploitation, rescatamos Ricochet (1991), estimable psicothriller que planteaba de manera modesta pero evidente una peculiar variación black del clásico El cabo del miedo (1962), rehecho ese mismo año de manera implacable por Martin Scorsese.


Ricochet narra la historia de Nick Styles, un joven y ejemplar policía de color (encarnado como no por Denzel Washington) que iniciará una carrera ascendente hasta llegar a ser fiscal del distrito después de detener a Blake, un peligroso asesino (el genial John Lithgow) en una espectacular operación retransmitida en directo por los mass media. En su nuevo puesto intentará mejorar la situación de su antiguo barrio lo que le llevará a distanciarse de Odessa (Ice T), un antiguo amigo de la infancia, hoy uno de los gangsters que controlan las calles. Sin embargo, su mundo empezará a tornarse en pesadilla con la reaparición del psicopata cuya detención cambió su vida. Su cruel venganza será llevada hasta sus últimas consecuencias.


Dirigida por el irregular Russell Mulcahy y producida por el incontestable Joel Silver, Ricochet recupera ciertos elementos de las viejas blaxploitation: es un film de género donde la comunidad negra adquiere gran importancia a lo largo de su trama y donde es muy evidente el enfrentamiento entre negro-bueno vs blanco-malo. A pesar de los fatuos fogonazos manieristas (autocitas aparte) imprimidos por su director para llamar en todo momento la atención, lo más interesante de esta propuesta es el minucioso plan de venganza perpetrado por el asesino que destruye todo el entorno de estabilidad construido por el personaje de Washington. El choque moral y racial entre ambos personajes se ve reforzado por la lisérgica planificación de algunos momentos. Blake no solo se conforma con destruir el cuerpo de su oponente sino con mancillar y violar el sistema ético que este representa. Las mismas armas empleadas por Styles en su detención son utilizadas por Blake para destruir su matrimonio y su fama, tejiendo una telaraña de acusaciones por corrupción de menores,tráfico de drogas, relaciones extramatrimoniales… Llevada su vida al borde del precipicio y finiquitada su prometedora carrera política, Styles solo puede volver a su barrio y pedir ayuda entre los apestados que el mismo había amenazado desde su posición legal. De nuevo, los outlaws como sucedía en las películas de la vieja escuela devolverán la estabilidad al sistema.


Son estos elementos los más interesantes de esta retorcida historia de venganza, de creciente tensión en su armazón narrativo, algo deshilachado en ocasiones pero bien resuelto y donde destacan especialmente algunos apuntes ciertamente malsanos (el secuestro y violación de Styles) y su ambiente de desbordada violencia que se cierra en un enloquecido y fulgurante climax. Los actores están francamente efectivos: Washington no era aún consciente de su condición de star y Lithgow se lo pasa bomba en un papel escrito a su medida, mientras que Ice T personifica el lado más reconocible de la justicia on the hood. Un film a redescubrir o al menos a tener en cuenta en posteriores revisiones.

miércoles, 1 de julio de 2009

JIM BROWN: BLACK ATTACK


En los 80, Brown se deja ver en algún episodio de series de TV conocidas por todos como El Equipo A, Autopista hacia el cielo, El coche fantástico o T.J.Hooker (esta última protagonizada por William Shatner en un nuevo intento de desprenderse del pijama galáctico que le encumbró). Sus apariciones cinematográficas son muy esporádicas: un breve papel en Perseguido al lado del gobernador de California o un par de olvidables cintas de acción de bajo presupuesto a su servicio, L.A.Heat y Crackhouse.


Sin embargo, si que hay que reseñar su presencia en I´m gonna git you sucka/Voy a por ti (1988), parodia-homenaje del cine blaxploiter llevado a cabo por la factoría Wayans, con Keenan Ivory a la cabeza, y que sirvió de precedente para títulos posteriores como Un chiflado en Hollywood, Austin Powers 3, The Undercover Brother o la muy esperada Black Dynamite. En su alocada trama se dan cita venganzas personales, drogas adulteradas, mafias y superhéroes negros de la vieja escuela, encarnados por actores tan conocidos como Bernie Casey, Isaac Hayes, Antonio Fargas, el malogrado Steve James y el propio Brown.


Los nombres no tienen desperdicio: John Slade (Casey), un exvigilante urbano reconvertido en activista social; Hammer y Slammer (Hayes y Brown), dos big brothers que regentan un grasiento restaurante; Kung Fu Joe (James), el experto en dar estopa marcial en el ghetto; Flyguy (el gran fargas), un pimp a punto de salir de prisión. La película recoge todo tipo de citas y guiños cómplices a los clásicos de la época dorada. No falta el villano blanco, ni el homenaje al blackpack, ni elementos de concienciación negra, acción netamente callejera…..y un score que recoge los mejores momentos de la musica negra sementera. Esta aventura se intentó prolongar en serie televisiva bajo el nombre de Hammer, Slammer & Slade, pero el piloto dirigido por Michael Schultz, no consiguió venderse y nos quedamos sin una posible joya de culto.


Desde entonces, sus reapariciones fílmicas han servido a Brown para recrear personajes que han servido para homenajearle como figura casi legendaria. En la estupenda Mars Attack (1996), y a pesar de la abundancia de celebridades, su presencia no desentonaba con el importante reparto y en ocasiones, robaba plano sin pretenderlo a más de uno de los protagonistas. Verle como boxeador en decadencia malviviendo en Las Vegas, enfrentándose a puñetazo limpio con las hordas marcianas merece un plus. Que además el guión, le recompensara al final con un inesperado regreso a casa, lograba crear más de una sonrisa cómplice en el patio de butacas.


En la espectacular y dislocada Un domingo cualquiera (99), su figura en segundo plano daba un mayor sentido a todo lo que sucedía dentro y fuera del campo de football. Y en Hot City (1996) volvió a juntarse con Williamson y compañía para realizar un insólita blaxploitation crepuscular, siempre en clave Cohen. Y terminamos como comenzamos este peculiar recorrido por la trayectoria de Slaughter. Brown no ha tenido un valedor como Tarantino para rescatar su figura. Spike Lee se ha ocupado de ello, no solo con ese hermoso recorrido metalingüístico sobre su figura en clave documental sino que además nos ha permitido disfrutar con su presencia en otros títulos como He got a game o She hate me.