domingo, 13 de enero de 2013

DJANGO DESENCADENADO (2012)


"A nigger on a horse". Un negro a caballo. Una imagen, una idea, una frase que da pie al nuevo trabajo de Quentin Tarantino. Acercamiento personal al universo del western, desde parámetros poco convencionales y evidentemente cinéfilos (marca de la casa). Segunda jugada de una trilogía bajo el epígrafe "Once upon a time", que funciona más como etiqueta comercial que como evidente obra diseñada. No obstante, en Tarantino "todo es posible" y sus obras están siempre muy calculadas. Con el tiempo el cineasta norteamericano ha alcanzado madurez sobre el engranaje que da vida a su cine y conoce perfectamente todas las cartas. Es un buen tahur, y sus movimientos aunque reconocibles, funcionan. Sin embargo, en esta ocasión la ganancia ha sido menor y la partida establecida no ha ido por los terrenos esperados/deseados.
1.- Lo que cuenta: en el Invierno de 1858, un misterioso y un tanto singular cazaRrecompensas de origen alemán, de nombre King Schultz (magnífico Christopher Waltz) libera a un esclavo negro llamado Django, con el fín de que le ayude a encontrar a tres criminales que anda buscando (y que solo el afroamericano reconocería ya que se le inflingieron una tortura en el pasado). La sociedad de ambos funciona muy bien y provoca algún conflicto en el territorio sureño en el que se mueven. Schultz al conocer la historia de Django acuerda ayudarle a buscar y rescatar a su esposa, que se haya en alguna plantación del Sur....
2.- El estreno de toda película de Quentin Tarantino genera todo tipo de reacciones, lo que invita a considerar como un acertado logro cada una de sus obras (aceptamos que para algunos solo será una operación de marketing). Con Django Desencadenado (2012) ha sucedido lo habitual sin embargo las críticas han sido menos ecuánimes que de costumbre. En mi caso, aún considerándola una película entretenida, considero que tiene un metraje excesivo no justificado (tanto en lo que cuenta  y como se cuenta). En esta ocasión, y creo que por primera vez en la filmografía de su autor, nos encontramos con una película en la que no existe esa secuencia memorable que siempre se recuerda en el cine de Tarantino. El filme tiene buenos momentos y estupendos personajes que conviven con otros bloques donde la historia se detiene sin motivo o bajo pretexto de la lucidez de los diálogos o situaciones que desafortunadamente no acaban de funcionar. Django Desencadenado (2012) es una obra curiosa, pero irregular, con sus esperados estallidos de violencia y humor, también de drama, pero sin la lucidez o el brillo de los mejores filmes de su realizador.
3. - Los dos referentes citados por su autor son el spaguetti western y los menos conocidos ejemplos de género que la blaxploitation aunó en los años 70. La textura visual de la película es netamente setentera un trabajo especialmente logrado por la fotografía de Robert Richardson que se situa entre lo más conseguido del filme. En lo referente a su acercamiento al eurowestern, el resultado es más caprichoso que conseguido, introduciendo personajes, situaciones y especialmente acotaciones musicales para otorgar los evidentes guiños a la galería más erudita de la platea. Un ejemplo claro es la aparición de Franco Nero en la película y el poco ingenioso chiste con el nombre de Django. Tarantino para evitar comparaciones superlativas ha invocado los western de Sergio Corbucci como manual a seguir; sin embargo, en el metraje su poso es practicamente nulo. No considero esto un defecto, Tarantino personaliza su discurso filmico conociendo sus antecedentes pero dotando a su obra de personalidad propia. Su acercamiento al western es diferente, en lo bueno (algo no logrado por otros autores que han jugado con el género) y también en lo malo (su exceso y en ocasiones su atonía).
4.- El elemento racial se va imponiendo en la obra a medida que avanza el metraje. Sin hacer demagogia, la posición del director es clara y hace su particular ajuste de cuentas con una de las heridas sangrantes de la historia americana. El "Black Western" setentero lo tuvo como motivo principal de casi todas sus obras, si bien los resultados fílmicos fueron muy irregulares. El espíritu de Nigger Charley y el ambiente de Mandingo pululan en Django Desencadenado pero Tarantino no se limita a replicarlos sin más. La película adquiere sus mejores momentos cuando entra en las plantaciones y se desarrolla en la llamativa "Candy Land". El enfrentamiento esperado aparece al fin pero el espectador se encuentra un poco huerfano por que no llega a empatizar con los protagonista de la función. La densidad necesaria aparece pero sin la épica o catarsis buscada por su autor. La venganza es un plato demasiado frío que resulta ser ligero y un tanto precocinado.
5.- Un western sin épica o crepúsculo se convierte en juguete inane. El género tiene una claves claras y concisas, jugar con ellas conlleva malas experiencias. La comedia es un mal aliado del cine del oeste de la misma forma que el uso alegórico del mismo o la deconstrucción ideológica originan mutaciones poco frecuentables. Tarantino opta por un territorio intermedio sin la densidad dramática necesaria pero sin caer en la evidente parodia. Sus fogonazos de violencia están más cerca de Hong Kong y Walter Hill que de Italia y sus bastardos westerners. Predomina el elemento freak sobre la lógica del relato, el detalle rebuscado sobre la eficacia del cine B, el aggiornamiento de cara a la galeria sobre la modestia artesanal, la complacencia autoral sobre el riesgo. Todo ello se aprecia en este Django Desencadenado (2012), un southern sin clara denominación de origen, aunque disfrutable si se aceptan sus caprichosas gratuidades.

 

sábado, 12 de enero de 2013

JON & PATTY



Se han ido en poco espacio de tiempo dos debilidades de un servidor. Jon Finch, un actor británico con tanta clase como estilo, y la maravillosa Patty Shepard, actriz norteamericana, afincada en España e icono del fantaterror. Nos vemos en la otra vida.

JUAN PIQUER SIMON....AGAIN!


Oscuro Vídeo en su labor de rescate y recuperación de cineastas y películas defenestradas por las altas instancias del saber cinematográfico, recupera la figura del director Juan Piquer Simón, representante del cine B patrio durante finales de los 70 y la década de los 80. Confieso que no es un director con el que simpatice en sus obras pero reconozco que su labor y su voluntad por hacer algo distinto dentro del coto cerrado peninsular, merecen un respeto. Siempre preferí los carteles de sus películas a su celuloide, quizás por que sugerían más de lo que lograban finalmente. Con todo, recomiendo leer sus entrevistas donde aparece un hombre lúcido, honesto y enamorado de su profesión.

Este homenaje coincide con la presentación de un libro dedicado a su obra: "Juan Piquer Simón. Un titán en el confín de la Tierra", un trabajo extenso con más de 600 páginas, 30 entrevistas, repaso extenso a su filmografía y colaboraciones a cargo de Alfonso y Miguel Romero,Carlos Benítez Serrano,David García,Diego Morán,Jesús Bernal, Jesús Palop Ares,José Luis Salvador Estébenez,Manuel Valencia,Miki Martínez y Toni Junyent. El libro ha sido coordinado por Jose Luis Alonso y ha contado con la inestimable ayuda en el apartado técnico de Pedro Alberto Rueda, responsables del cineclub Oscuro Video. Esta obra supone el primer título de Caltiki Ediciones. Más información se puede encontrar aquí. No se lo pierdan.