sábado, 31 de diciembre de 2011

HAPPY NEW YEAR 2012!






LOVELY PAINTINGS BY ERNIE BARNES

Gracias a todos los que habeis visitado "The JFE" y espero que tengais un esperanzador nuevo año 2012.

sábado, 24 de diciembre de 2011

jueves, 22 de diciembre de 2011

BLACK BELT JONES (1974)


Colocar a Scatman Crothers como dueño de una escuela de artes marciales puede parecer una locura o siendo suaves, un tanto paradójico. Sin embargo, es un buen termómetro para saber por donde fluyen las ideas de Cinturón Negro (1974), primer vehículo creado por los productores Fred Weintraub y Paul Heller para explotar la popularidad de Jim Kelly.


El fallecimiento de Bruce Lee obligó a buscar alternativas validas para un mercado donde crecía el interés en todo lo relacionado a patadas, saltos, chillidos y demás parafernalias marciales. En Hong Kong pronto se pusieron las pilas para vender gato por liebre y dar a Occidente lo que andaban buscando. Clones y réplicas del finado Lee llenaron las pantallas para sonrojo de los amantes del cine más clasico cuya integridad mental vieron perturbada por estea multitud de enloquecidos freaks. Por otro lado, en América se buscaba algo dentro de la nueva moda que los identificase y a ser posible de pura cepa, preferiblemtente wasp, y así surgen los primeros intentos del bueno e imperturbable Chuck Norris delante de las cámaras. Pero en los primeros 70, el negro era el color más bello y más rentable, y Jim Kelly fue un intento en principio sólido para conseguir el objetivo: la primera estrella del cine de artes marciales negra.


Unos mafiosos italianos quieren hacerse de todas las maneras posibles con el edificio que ocupa la escuela de Karate de Papa Byrd (Scatman Crothers). Para ello y no ensuciarse mucho las manos, utilizan a la banda de Pinky, unos maleantes afroamericanos que controlan la zona. Byrd es asesinado de manera accidental y los muchachos de la escuela llaman a Jones, un experto en artes marciales que vive en la playa y suponemos que trabaja para el gobierno. Para animar el asunto llega Sidney (Gloria Hendry), la hija de Pop Byrd que decide ocuparse del negocio. Entre ambos y algunas incorporaciones deciden enfrentarse a todos los maleantes que van contra ellos.


Black Belt Jones sigue el esquema habitual en el soja western del enfrentamiento de escuelas: aquí la escuela de karate afroamericana y los delincuentes de la zona liderados por Pinky que ocupan unos billares. El tono como en las citadas epopeyas orientales es lúdico, ligero y altamente festivo. La trama es una pequeña excusa para engarzar las escenas de acción que se van dosificando a lo largo del metraje sin excesivos contratiempos. Prima el tono infantil e ingenuo, una violencia cercana a los dibujos animados, un trazo caricaturesco en el retrato de personajes y un dinamismo en las escenas de acción que sobresalen sobre el conjunto. El dramatismo de las situaciones más extremas es rapidamente estirpado. Se destaca ante todo el hecho superficial e instintivo sobre el gesto emotivo e introspectivo.


Black Belt Jones juega sus mejores bazas en las citadas set pieces marciales: el asalto a la finca de los mafiosos italianos, el combate desarrollado en el almacén y a continuación en un vagón, y el conocido climax final entre camiones y espuma. Kelly y Hendry tienen química y aunque sus personajes funcionan sobre estereotipos ya conocidos rapidamente provocan la empatía en el espectador. Kelly personifica un personaje de indiscutible atractivo físico, resuelto, abiertamente cool y muy cercano a los protagonistas del mundo del comic de la época. Por su parte, Gloria Hendry empieza como mujer dura y de armas tomar pero acaba seducida y limpiando la basura que va amontonando su compañero en el citado parking.


Dirige con eficacia y sin problemas todo un especialista en cine de acción como Robert Clouse, cineasta al que habitualmente se le suelen restar todo tipo de meritos al hablar de sus epopeyas marciales (la mejor de las películas de Lee la dirigió Clouse, por más que siempre se deleguen los logros en los técnicos chinos). Del guión se ocupó Oscar Williams que posteriormente se ocupó de la desastrosa continuación de las aventuras de Black Belt Jones y en el montaje nos encontramos con una de las grandes figuras de la modalidad: Michael Kahn.


No olvidamos el apartado musical aquí a cargo de Luchi de Jesus que compone una juguetona banda sonora de ritmos afro y que se beneficia además de la colaboración de Dennis Coffey, mítico guitarrista de los Funk Brothers, que nos regaló para la posteridad unos de los grandes hits de la música blaxploiter. Cinturón Negro (1974) es una perfecta excusa para rememorar las sesiones matinales de los desaparecidos cines de sesión continua.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

BLACK BELT JONES (1974): BEACH & SOAP






Dos buenas maneras de lucirse físicamente: adiestrando en la playa y repartiendo entre espuma.
Black Belt Jones (1974)

martes, 20 de diciembre de 2011

BLACK BELT JONES (1974): OPENING CREDITS





Los títulos de crédito de Black Belt Jones (1974) sirven de presentación marcial al personaje de Jim Kelly acompañado musicalmente por el excelente tema de Dennis Coffey.
Lo podeis ver aquí.

lunes, 19 de diciembre de 2011

THE BLACK SAMURAI (1977)

Para Vincent Castro, El Samurai Argentino


El finado Al Adamson, impenitente perpetrador de todo tipo de despropósitos fílmicos, alistó en las filas de su particular imperio cinematográfico a Jim Kelly cuya trayectoria profesional iba bajando peldaños en lo presupuestario aunque al menos se mantenía como black action hero. El año en que apareció esta película es un momento en el que el mercado empezaba a pedír otras cosas. Hollywood y aledaños se habían cansado de dar coba al público y starsystem afroamericano y los restos del naufragio pululaban o encontraban su asiento en los drive-ins, grindhouses o sitios mucho peores en espera de la pequeña revolución que supuso el mercado del video. Sin embargo, este último aspecto no le sentó nada bien a ninguno de los implicados en este filme. Kelly & Adamson abandonarían las pantallas a comienzos de los 80, buscando nuevos pastos donde poder demostrar sus habilidades. El primero en el deporte profesional y el segundo en el mercado inmobiliario.


Ya comentamos al tratar la serie de novelas del Samurai Negro (escritas por Marc Olden) que la elegida a la hora de ser llevada a la pantalla, fue la más delirante y rocambolesca de todas ellas: The Warlock. En ella, un personaje poco frecuentable llamado Janicot, esconde su entramado criminal bajo las hechuras de la magia negra, el vudú y todo tipo de rituales heterodoxos. Para deleite de paladares poco exquisitos, el brujo lidera una banda de facinerosos ciertamente peculiar: Synne (una salvaje black woman), Chavez (un gangster hispano con un look a medio camino de Dali y Lee van Cleef), enanos luchadores, hombres-leon, karatecas uniformados de negro riguroso, serpientes...


El tal Janicot secuestra a Toki la hija de un diplomático oriental, la cual tuvo un romance con Robert Sand, nuestro samurai negro, y aunque el villano planea chantajes y demás truculencias, la desaparición de la chica es lo único que motiva al agente especial de D.R.A.G.O.N.


Aunque la trama daba para un filme de presupuesto medio-alto, Black Samurai (1977) se mueve en la escala monetaria más baja y utiliza los recursos habituales del cine de explotación. En este caso, aunque no lo parezca estamos ante una spy-movie de efecto internacional, en la que no faltan persecuciones con olor a asfalto y textura terrosa, algo de variedad geográfica (Hong Kong filmado al estilo cine guerrilla, Haiti y la costa (o)este aunque el espectador no sabe muy bien donde transcurre la acción), escenas de acción de andar por casa, un villano cuyos planes son más intuidos que mostrados, mugrientos delincuentes que reciben lo que se merecen y sobre todo, despliegue marcial a cargo de Jim Kelly que coreografía y realiza casi todas las escenas pelígrosas.


Al Adamson imprime su estilo cuartelero/desaliñado y la habitual arritmia narrativa que preside sus películas aunque aquí al menos se ve aderezada de detalles pintorescos francamente inexplicables. Sand se mueve constantemente pero sin motivo aparente ya que el cuarteado guión (?) juega al despiste constantemente (este aspecto sucede también en las mucho más ampulosas correrías de 007 y familia). Los villanos hablan por los "codos" y hacen muchas cosas pero la duración de los planos no lo justifica.


Para animar el tramo central, el "samurai negro" acude por tierra, mar y aire a un islote con el fin de buscar a la femina secuestrada (aunque de antemano sabemos que no está allí) y en su defecto, Sand se ejercita con unos cuantos hombres-león (que no sabemos muy bien que pintan allí) y un enano con latigo llamado Rheinhard cuya muerte es bastante ridícula.


Los flashbacks que reconstruyen el romance de Sand y Toki son de un infantilismo digno de Barrio Sesamo y la fiesta montada por Janicot (buitre incluido) a la que acude invitado Sand es de lo menos animado que se ha visto en pantalla (una exotic dancer provoca con sus repetidos movimientos la hilaridad del respetable). El apartado musical lo delego para una próxima entrada.


Lo mejor de la función transcurre en el tercio final: un absurdo ritual nocturno tan decorativo como inane da pie al posterior combate final en el cubil de Janicot (previa captura de nuestros héroes) donde la particular arquitectura escheriana del mismo anticipa sin pretenderlo la estructura de muchos videojuegos de lucha, sucediéndose combates de todo a cien, lo que permite moverse al gran Jim Kelly. Por otro lado, se tiene la sensación de que el villano de la función tiene alquilado el antro en el que habita (una hermosa villa de formas latinas): corre sin saber a donde ir y acaba escondido en las oscuras mazmorras donde encontrará su merecido final. Entetenimiento asegurado para sus largos ochenta y tantos minutos.


Black Samurai (1977) con sus evidentes torpezas es un clásico de eso que en USA llaman ultracrappy (por estos lares, cine basura), y una nueva demostración del tipo de comic movies que desplegó nuestro añorado Jim Kelly. El fim no fue producido por la compañía de Sam Sherman (productora habitual de Al Adamson), sino por la desconocida e invisible BJLJ International Corp. y junto a Kelly destaca la presencia de la neumática Marilyn Joi cuyos modelitos ocultan sus conocidas y ya retratadas curvas.

domingo, 18 de diciembre de 2011