jueves, 28 de abril de 2011

THE ICEMAN 7: THE SHAKEDOWN (1975)


La última aventura de Henry Highland West regresa a las calles para enfrentarse a facinerosos más reales y brutales. En este caso un mafioso negro que amenaza a un colega de Iceman si no acepta su protección y chantaje en el nuevo negocio que ha creado (un garito nocturno en L.A.) . La inauguración del nightclub acaba en batalla campal y el hampón secuestra a la esposa del amigo de nuestro protagonista con fines poco decorosos. En una carrera contra el reloj, The Iceman y su ejercito privado de féminas deberán encontrar a la víctima y detener al mafioso negro y toda su organización. Punto final para el black pulp hero más cool surgido en los siempre enloquecidos y gratificantes 70.

miércoles, 27 de abril de 2011

THE ICEMAN 6: CANADIAN KILL (1974)


Henry Highland West decide tomarse unas merecidas vacaciones. Pero un hombre de acción como él nunca lo tiene facil. Y aunque había encontrado un lugar aislado y tranquilo, The Iceman encuentra problemas. En esta ocasión un fanático que lidera una misteriosa organización rimbombantemente llamada Next Dimension of Man, y que planea liderar el mundo. Este peligroso tirano, tiene su guarida en el interior de una montaña cubierta de nieve y desde allí quiere extender su ficticio reinado de paz y salvación. Pero para lograr su objetivo recurrirá al asesinato y se llevará por delante a todo aquel que se le oponga. Su plan parece perfecto pero tiene un molesto inconveniente: The Iceman. Penúltima incursión de la serie, con evidentes guiños a los superespias sesenteros.



martes, 26 de abril de 2011

THE ICEMAN 5: SPINNING TARGET (1974)


Gwen Joyce, una vieja amiga de sus días de Harlem, se ha convertido en una importante cantante que ha dado al salto también a las pantallas. Pero no todo son buenas noticias. Gwen se convierte en objetivo del Sindicato, que en la sombra ha controlado sus pasos y el negocio discográfico para el público afroamericano. The Iceman entra en acción para proteger a Gwen y montar su propia guerra privada contra los mafiosos. Esta novela ha sido comprada con visos para una futura adaptación cinematográfica. Veremos si llega a buen puerto.


lunes, 25 de abril de 2011

THE ICEMAN 4: THE SUNDAY FIX (1974)


Nuestro superhéroe setentero adquiere un equipo de futbol americano y lo que parecía una empresa fácil para sacar unos pingües beneficios toma otros derroteros. El otro lado del deporte, el de la compraventa de partidos, chantajes, sospechosas apuestas, y como siempre, los mafiosos de turno metiendo baza en el deporte profesional. The Iceman investiga y encuentra culpables, moviliza a su ejercito femenino e inicia una guerra sin cuartel, donde no faltan batallas aéreas, explosiones, artes marciales y acción al rojo vivo. Por cierto, no hemos hablado aún de uno de los colegas de Iceman, de nombre Christmas Tree, una rata de asfalto, metido en negocios poco fiables pero pieza vital para muchas de las aventuras de nuestro protagonista.

domingo, 24 de abril de 2011

THE ICEMAN 3: SLICK REVENGE (1974)


El mundo se encuentra en una crisis energética que alcanza todos los confines de la tierra. Los señores del petróleo tejen una red criminal para hacerse con el control del suministro del carburante. Un amigo de Henry Highland West, dueño de una cadena de gasolineras en Harlem es asesinado en una misteriosa explosión producida en una de sus estaciones de servicio.


The Iceman abandona su reconfortante centro de operaciones, El Oasis, para investigar el asunto. Ayudado por su ejercito privado de amazonas, The Iceman iniciará una nueva aventura que le llevará de Harlem a Tokyo, entre luchadores de sumo y con los oligarcas del petróleo como principales enemigos.

sábado, 23 de abril de 2011

THE ICEMAN 2: THE GOLDEN SHAFT (1974)


En su segunda novela, Henry Highland West el superpimp conocido por todos como The Iceman, tiene como rival a un codicioso esclavista, uno de esos villanos típicos y/o tópicos de muchas ficciones escritas para la población afroamericana. Holloway House anunció estas novelas con el contundente "The Exciting Black Adventures Series", cuyo principal fin era rivalizar con pulp heroes como The Destroyer o The Executioner, dos de las más conocidas publicaciones de acción dedicadas al público masculino en el ámbito norteamericano. Lamentablemente el éxito de la creación de Joseph Nazel fue más efímero (solo 7 novelas) y su posible adaptación cinematográfica nunca se concretó (aunque recientemente el quinto título de la serie ha sido comprado para ser adaptado a un futuro film).

viernes, 22 de abril de 2011

THE ICEMAN 1: BILLION DOLLAR DEATH (1974)


Joseph Nazel, escritor afroamericano, con más de medio centenar de libros publicados de todos los palos y géneros, creó a mediados de los 70, un personaje acorde con la moda blaxploiter de la época. Estilo sencillo y directo, con historias repletas de acción y aventuras, y sin obviar detalles extravagantes fueron sus principales bazas.
Su protagonista: Henry Highland West alias The Iceman, un pimp surgido de las calles de Harlem, cuyo éxito le llevó hasta Las Vegas, donde creó en pleno desierto, El Oasis (un resort para millonarios, con casino, servicios de lujo de todo tipo y donde se daba rienda suelta a las fantasías de la élite alojada). El lugar estaba controlado por impresionantes medidas de seguridad (cámaras, guardaespaldas, sensores, barreras, perros...) a lo que hay que añadir el ejercito femenino de Iceman, expertas en artes marciales, armas de todo tipo y técnicas sexuales. The Iceman ha llegado a la cima pero siempre hay a alguien a quien puede ayudar, o algún enemigo que le intenta meter en problemas o algún racista que intenta eliminar a la población negra al por mayor.
En su primera aventura The Iceman tiene un peligroso enemigo a batir: la mafia. Uno de sus jefazos es asesinado en una explosión en el interior de El Oasis, mientras está con una de las chicas de West. The Iceman tendrá que averiguar el responsable del atentado, amen de encontrar al infiltrado en su organización que ha desbaratado sus implacables medidas de seguridad. Entre los objetivos, diversos mafiosos, algún viejo amigo de Iceman e incluso un misterioso mandatario africano.
La serie de novelas de este singular personaje fueron publicadas por Holloway House, compañía que había publicado anteriormente a escritores negros de la talla de Iceberg Slim o Donald Goines, y que pretendía crear una serie netamente pulp para el público afroamericano.

viernes, 15 de abril de 2011

LA RED DE LA ARAÑA (1975)


Una auténtica viuda negra es la protagonista de este ameno bolsilibro, donde la habitual intriga se ve aderezada con algunos elementos de ciencia ficción propios del género postatómico años 50 made-in-USA. El otro referente, sería la memorable estirpe de humanos animales (en este caso insectos) con La mujer pantera como referencia más inmediata. No nos encontramos, aunque lo pueda parecer ante una variación de La mosca de George Langelaan, aunque Curtis Garland mezcla en su particular imaginación variadas ideas de diversos mundos creativos.
Marjorie Harris se ha quedado viuda. Pero la muerte de su marido se ha producido en extrañas circunstancias. Dean Edwards, medico suspicaz no ve las cosas claras, y empieza a investigar el asunto descubriendo una telaraña de muertes y criaturas infernales.
Garland abandona la Inglaterra victoriana para situar La Red de la Araña en plenos 70 y localizada en la Gran Manzana. Dividida en 8 capítulos de suspense creciente, y con una miriada de sospechosos y muertes no accidentales para engatusar al lector, esta novela encuentra su momento culminante en el ataque de la araña humana a un hospital, con horripilantes resultados para uno de los médicos del lugar. El desenlace, sorpresivo como casi siempre, aquí funciona y la explicación dada, no le hubiera hecho muchos ascos al maestro Hitchcock. Una recomendación muy valida para los seguidores de mutaciones y metamorfosis arácnidas.
Selección Terror
Editorial Bruguera
Nº 105
Ilustración de cubierta: Desilo
96 pgs

jueves, 14 de abril de 2011

DRACULA 75 (1974)


Esta prolongación del mito Stokeriano es uno de los acercamientos de Curtis Garland a la temática vampírica desarrollados con fortuna en varios títulos: Mujeres vampiro, Los dientes del murcielago, Los vampiros nunca mueren, La maldición del vampiro plateado, la Roja sed del vampiro, la succión de las mujeres vampiro, Dracula West....Todas ellas manteniendo las pautas clásicas del upiro e incluso en ocasiones aportando ideas ciertamente singulares.
Dracula 75 prolonga el mito, mirando a los nuevos aires que los chupadores alcanzaron en los 70, pero manteniendo las esencias básicas de la obra de Stoker.
Prologada por una cita de Van Helsing, esta aventura se desarrolla en dos épocas distintas, diferenciadas ambas por sendas partes del bolsilibro. La inicial, ambientada en 1899 (con errata incluida en el título del mismo) donde un grupo de personajes liderados por el profesor Daniels buscan la cripta donde se halla enterrado Dracula Vlad. Y una segunda parte, coetánea al momento en que fue escrita donde Roy Fisher (personaje central y motor de la acción) investiga todo lo rodeado a un misterioso manuscrito donde se demuestra la existencia del señor de la noche y donde los descendientes de la profanación de la tumba tendrán que acarrear con una pesada maldición. Las consecuencias sangrientas de tal descubrimiento no se hará esperar.
Garland desarrolla este bolsilibro siguiendo la estructura epistolar de Stoker, con abundantes guiños al maestro y adentrándose en el pasado histórico del personaje. La actualización del mito en los años 70, aunque con algunas irregularidades tiene su encanto y no faltan los asesinatos, las vampirizaciones, la investigación policial, y algunos giros argumentales propios de la literatura pulp. Un estimable pasatiempo bien servido por Garland con su habitual cuidado a la hora de crear el tempo de la historia.
Silver Kane, en el número 74 de la colección, ya había visitado al personaje en un título muy prometedor: Yo Dracula.
Selección Terror
Editorial Bruguera
Nº 90
Ilustración de cubierta: Alberto Pujolar
96 pgs

miércoles, 13 de abril de 2011

ESTUDIO EN NEGRO (1981)


Brian Cameron, un pintor sumido en un bache econónico importante, recibe un misterioso encargo por parte de una joven: pintar un cuadro de título "Estudio en negro", donde aparezca representada una mujer en su lecho funebre, con cortinajes negros, motivos violáceos y cuatro velones encendidos. Al entregar el enigmático encargo se encontrará con una escena pavorosa: la joven ha fallecido y su velatorio es similar a la pintura que iba a entregar.
De nuevo Curtis Garland, facturando una entretenidísima novela de ambiente victoriano, con los crímenes de Whitechapell en la sombra (en la imaginación del escritor esta época es francamente macabra en cuanto a asesinatos y sucesos extraños), donde no faltan muertes, persecuciones, algo de romance, una investigación no policial, giros argumentales y un desenlace que supera las iniciales expectativas. Estructurada en 11 capítulos con títulos memorables (cámara ardiente, el carruaje trágico, el camafeo, catalepsia...), Estudio en negro es un bolsilibro muy recomendable y con efectos duraderos.
Selección Terror
Editorial Bruguera
Nº 434 (junio 1981)
96 pgs

viernes, 8 de abril de 2011

SCREAM BLACULA, SCREAM (1973)


No tuvo suerte William Marshall en nínguna de sus dos encarnaciones del vampiro negro. Su capacidad actoral y su cuidado porte, desafortunadamente no tuvieron resultados satisfactorios en sus dos apariciones fímicas. Sin embargo, el díptico sobre el personaje Blácula ha permanecido como uno de los más representativos de la etapa dorada de la blaxploitation y en Grita Blacula Grita (1973) se aprecian algunas mejoras respecto al título original.


Willis, un aspirante a recoger el báculo de un culto vudu tras la muerte de su sacerdotisa resucita al vampiro negro con el fin de eliminar a su rival Lisa. El regreso de la criatura de la noche desencadenará acontecimientos no esperados.


En esta primera y a la postre, última continuación de las desventuras del africano príncipe Mamualde, se contó con Bob Kelljan detrás de las camaras, un director que había logrado modernizar la figura del vampiro con sus dos films sobre el conde Yorga. La apuesta de la AIP era clara, y se aprecia un intento de dotar un aura terrorífica y seria a la figura de Blácula, alejándola del componente romántico que ensombrecía la popular Drácula Negro (1972).


Un aspecto que se resalta en esta secuela, es la intrusión de aspectos vinculados al folclore popular afroamericano, concretamente la intrusión del vudú, elemento que ayuda a contextualizar uno de los elementos temáticos más reseñables de la historia: el vampiro quiere utilizar un ritual iniciático para deshacerse de su maldición eterna. Un segundo aspecto que se puede destacar de la presencia de Kelljan, es el limitar el territorio de la acciones del vampiro, organizando su nuevo reinado y su nueva legión desde una solitaria mansión. Esto ya lo había desarrollado en sus dos films del citado conde Yorga, obteniendo estimables resultados especialmente en El retorno del Conde Yorga (1971), título con la que esta secuela del vampiro negro guarda algunos puntos comunes.


Kelljan prolonga también su interés por modernizar la figura del vampiro en la sociedad actual (los años 70 en que fue realizada la película) utilizando por ello un enfoque realista, donde lo fantástico no está reñido con las consecuencias que suele traer la plaga (aparición de cadáveres, incredulidad generalizada de la población, negación de la realidad de las autoridades policiales...) y en ocasiones irónico, en apuntes ciertamente simpáticos y reseñables (el vampiro asesinando a un par de delincuentes, el enfrentamiento con las fuerzas policiales o demostrando su superioridad intelectual ante petulantes profesores universitarios, supuestamente expertos en artes africanas).


Esta ruptura con los modelos clásicos del upiro, es lo más reseñable del acercamiento de Kelljan en sus films de terror. En esencia y centrándonos en Scream Blacula Scream, hay una cercanía muy directa con el personaje protagonista, convirtiendo al vampiro negro en antiheroe de la aventura narrada, mucho antes que la propia postmodernidad neogótica situase a los chupasangre en tal condición.


Desafortunadamente, no todo son buenas noticias. El filme se ve lastrado por un guión farragoso que no logra dinamizar las ideas apuntadas y donde los mejores momentos tienen que ver con las presencia de William Marshall en pantalla. Buena prueba de ello es el larguísimo prólogo que precede la resurrección de los muertos o las no siempre afortunadas apariciones policiales. Tampoco el citado elemento vudú es desarrollado satisfactoriamente en la trama, quedando más como un aditivo lustroso aunque finalmente vacuo. En lo que si salimos ganando es en la reducción al máximo de las escenas románticas o la desaparición de momentos humorísticos (el bueno de Ji-Tu Cumbuka no aparece ni sus delirantes chascarrillos tampoco).


Los fans de la serie pueden disfrutar con unos títulos de crédito animados firmados de nuevo por Sandy Dvore, la presencia de la espectacular Pam Grier (no obstante, desaprovechada en su papel), la presencia del gran Michael Conrad (el sargento Esterhaus de Hill Street Blues) y como ya hemos citado, de la excelente interpretación de William Marshall. Su grito final no tuvo demasiadas consecuencias.

martes, 5 de abril de 2011

MUSIC MAKER BLUES REVUE: VALLADOLID 01/04/2011


Music Maker Relief Foundation es una organización creada para preservar el legado de la música de raices norteamericana, y ayudar a los músicos que han desarrollado este legado en los escalafones menos agradecidos de la sociedad. Creada a mediados de los años 90 por Tim y Denise Duffy, esta fundación ayuda actualmente a más de un centenar de músicos, aportándoles lo necesario para que no pierdan su contacto con la música y el público.


En esta su segunda gira por nuestro pais, MMBR tuvo su inesperado paso por el Harlem pucelano, en una vibrante noche donde pudimos disfrutar del blues, el R&B, notas de swing, gospel, jazz, soul, algo de funk...en resumen, las esencias de la música negra del siglo pasado.


Apoyados por una base rítmica a considerar (el excelente batería Ardie Dean, el soberbio bajista Nashid Abdul Khaaliq y el guitarrista Albert White), el grupo fue desgranando a lo largo de cerca de dos horas el talento y buen hacer de unos músicos curtidos por el talento y los destellos de genialidad propios de profesionales experimentados.


El veterano Dr. Burt (74 años) abrió fuego con el acercamiento al blues más puro con su guitarra de doce cuerdas, manteniendo el hilo original del maestro Leadbelly. Sonoridades que nos acercaron a los escenarios sureños, no por soñados menos desconocidos por la mayoría de los presentes.


Le siguió el sorprendente Eddie Tigner, cuya edad (84 años) y pequeña estatura no le impidieron dejarnos algunos de los mejores momentos de la noche desde su teclado, siempre bien acompañado por la banda.


Alabama Slim (71 años) nos acercó al blues de los 50 y 60, con una voz y un timing que nos hizo rememorar al maestro John Lee Hooker. Un toque de indudable clase apreciable para los oidos más selectos.


El citado Albert White (en cuyo nomina hay colaboraciones con Ray Charles, Ben E. King, Clarence Carter o Joe Tex) sacó de su guitarra unos cuantos riffs, en los mejores temas de la noche, muy bien acompañado por el vibrante bajo de Khaaliq (con gran experencia en el mundo del jazz, aspecto que se hizo notar) y el superlativo baterista Ardie Dean (quien ha tocado con Bo Didley o Greg Allman).


Los rasgueos más sorbebios e inesperados vinieron de la guitarrista de San Francisco, Pat Wilder, juguetona, divertida y electrizante en el escenario, a la que esperamos ver nuevamente en conciertos venideros. El blues en su vertiente más rockera vino de su mano, sin desvirtuar en ningún momento, lo ofrecido anteriormente por sus compañeros.


El fin de fiesta vino de la mano de la estupenda solista Pat Cohen, que puso a cantar y bailar a casi todo el mundo, en los momentos finales del concierto. Un fin de fiesta, con todos los miembros del MMBR en el escenario, sirvió para despedir este singular y artesanal espectáculo con el que nos gustaría reencontrarnos en el futuro.