En su segunda y enloquecida aventura, "Dark Angel" se ve envuelta en una trama de intereses petrolíferos. Un anciano millonario iraní, de nombre, Xerses Zagravi (quien paga a nuestra heroina 1000 dolares por olerla las bragas) contrata a Angela Harpe para que entre en la habitación del hotel del especulador Laidlaw Pike y confirme la existencia de unos mapas de prospecciones de petróleo en Colombia. En su incursión, Harpe es descubierta por un tipo que ella cree que es el tal Pike y para salir de la situación se hace pasar por prostituta y tiene sexo con él. Al día siguiente, Angela descubre que el tipo con el que estuvo es un tal Jack Bristol, cuyo padre fue asesinado mientras realizaba investigaciones geológicas para la compañía "Emerald Oil". Bristol contrata a Dark Angel para que averigüe quien es el responsable de la muerte de su progenitor y de paso, le atienda en sus pulsiones sexuales.
Amén de las evidentes y dinámicas situaciones de intriga, Lawrence coloca a nuestra heroína en todo tipo de embolados: un encuentro lésbico con otra prostituta, encuentros festivos con ejecutivos del petróleo poco recomendables, una sesión de tortura llevada a cabo por su antiguo jefe-proxeneta, polis corruptos actuando en Nueva York, un tipo embrutecido llamado Nemo e incluso tecnología cibernética de última generación.
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