Prácticamente desde mediados de los años 70, la carrera de Curtis Harrington se circunscribe al mundo televisivo, realizando episodios para series tan populares como "Baretta", "Los Angeles de Charlie", "Wonder woman", "La fuga de Logan", "The Twilight zone", "Dinastía" o "Los Colby". En 1977 volvió a la gran pantalla con "Ruby", un film en el que sufrió diversos problemas debido a sus desencuentros con el productor. La acción del filme transcurría en un tétrico autocine dirigido por una antigua diva cinematográfica y su amante, un peligroso mafioso que oculta a sus víctimas en un cercano pantano. La versión generalmente conocida de esta película pertenece a un remontaje que hizo el productor para su pase por televisión, en el que se eliminaban las escenas más violentas, se cambió el final y se sustituyeron por escenas adiccionales rodadas por Stephanie Rothman. El resultado fue un autentico engendro que no se acerca ni remotamente a la versión estrenada en cine y que sin embargo fue la que llegó al mercado videográfico, firmada bajo el pseudónimo de Alan Smithee. Un año después, Harrington dirigió un mediocre telefilm que el mismo reconoce como lo peor de su carrera. Su título "Devil Dog: The hound of hell" y en el que tan solo cabe destacar su curioso reparto en el que aparecen Richard Crenna, Victor Jory, Yvette Mimieux y Martine Beswick.
Su último largometraje, "Mata Hari" (1985) fue una producción de la Cannon en la que se intentó recrear la vida de la legendaria espía alemana. Harrington no solo tuvo que afrontar un tortuoso rodaje poblado por todo tipo de problemas sino que además se tuvo que adaptar a la imagen erótica de la actriz Silvia Kristel, la cual carecía de auténticas actitudes para interpretar un personaje de tal altura. A pesar de algunos aciertos parciales, en ambientación y vestuario, el film no tuvo resultados satisfactorios.
Tras rodar un episodio de la serie "The Twilight Zone", Curtis Harrington abandonó la práctica activa del mundo del cine. Bill Condon reclamó su ayuda durante el rodaje de “Dioses y Monstruos” (1998), curiosa vindicación del “queer cinema” por parte de cierto sector de la industria. Su presencia era lógica: fue amigo de James Whale, conocía perfectamente la obra y el mundo del director de “Frankenstein”, y además había rescatado para la posterioridad “El caserón de las Sombras” (1932), una de las joyas de su director. En el film, el realizador de “Marea Nocturna” llegó incluso a realizar un cameo. Sin embargo, y de manera inesperada, Curtis Harrington se volvió a poner delante y detrás de las cámaras para rodar el mediometraje "Usher" (2002), una nueva versión del cuento de E. A. Poe que ya trató al comienzo de su carrera. En el mediometraje, visto en algunos festivales especializados, interpretó tanto a Roderick como a Madeleine Usher, en lo que suponía una insólita interpretación del relato original.
Curtis Harrington falleció el 6 de mayo del 2007, en Hollywood Hills, California. Queden estas líneas a modo de recordatorio y homenaje a un peculiar cineasta, que con sus aciertos y defectos nos legó una serie de títulos a los que seguramente volveremos a hablar con más detenimiento en el futuro
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