Abandonada la tutela de Corman, Harrington inicia una segunda etapa en su carrera, en las que a partir de temas ya tratados en otras películas (algo por otra parte habitual en su obra) ofrece su peculiar visión mórbido-crepuscular sin abandonar ocasionales ramalazos irónicos. Un buen ejemplo de ello es "Games/La muerte llama a la puerta" (1967) un curioso juego hitchcockiano, repleto de detalles perversos y con claras referencias a "Las Diabólicas" de H. G. Clouzot (empezando por la presencia de Simone Signoret en el reparto). Harrington realiza el estudio de una patología criminal aprovechando la irrupción de una misteriosa mujer en la vida de una pareja (interpretada por James Caan y Katherine Ross) que combate el tedio de su matrimonio con inquietantes y peligrosos juegos.
En "How awful about Allan" (1970) el director visitó por primera vez el mundo literario del escritor y guionista Henry Farrell. Este telefilm vuelve a jugar con la imagen trastornada-psicótica del genial Anthony Perkins, aquí enfrentado de nuevo a terribles fantasmas familiares "How awful about Allan" retrata la degradación mental que sufre un hombre que tras varios años en una institución de reposo vuelve a casa, lugar donde ocurrió una grave tragedia. Como curiosidad reseñar que en la edición videográfica española el film aparece erróneamente atribuido al director Robert Butler y con el equivocado título de "La noche del juglar".
Una línea parecida se seguía en "¿Qué le pasa a Helen?" (1971) un guión original de Henry Farrell en el que volvía a tratar los temas ya planteados en sus dos obras para el genial Robert Aldrich: "¿Qué pasó con Baby Jane?" (1962) y "Canción de cuna para un cadáver" (1964). Ambas películas se centraban en las complicadas relaciones creadas por dos mujeres en su ocaso (Bette Davies y Joan Crawford en el primer título; Bette Davis y Olivia de Havilland en el segundo) condenadas a vivir juntas. El éxito de estas películas provocó un sin fin de imitaciones, interpretadas en alguna ocasión por las protagonistas de los films de Aldrich o en su defecto por viejas estrellas olvidadas por el público: "El caso de Lucy Harbin" (1963, W.Castle), "A merced del odio" (1965, Seth Holt), "El aniversario" (Roy Ward Baker), son buen ejemplo de esta moda. La película de Harrington sigue esta estela y cuenta la historia de la relación de dos mujeres que tras la condena de sus hijos, cambian de vida afincándose en la costa oeste; una de ellas irá perdiendo progresivamente la razón. "¿Qué le pasa a Helen?" es la mejor y la más personal película de su autor, en la que vuelve a realizar un estudio sobre la demencia humana, en esta ocasión reforzada por el entorno en el que acontece el relato (el Hollywood de los años 30). En su magnífico reparto destacan las presencias de Shelley Winters, Debbie Reynolds, Denis Weaver y la genial Agnes Moorehead. La película fracasó en su momento debido a los problemas de distribución, un estigma sufrido por Harrington a lo largo de su carrera. Sin embargo, el tiempo ha convertido a esta obra no solo en una pieza de culto sino en uno de los títulos más interesantes del cine norteamericano de los años 70. El propio realizador reconocía que esta obra era sin lugar a dudas, su mejor trabajo.
Su siguiente obra "¿Quién mató a la tía Roo?" (1971) es una curiosísima incursión en el mundo de los cuentos infantiles. El clásico aquí tratado fue "Hansel y Gretel", revisitado hace pocos años y de manera muy salvaje por Mathew Bright en "Trickbaby". La protagonista del film de Harrington es una acaudalada viuda, traumatizada por la muerte de su hija que todos los años acoge a niños huérfanos durante las fiestas navideñas; su locura hará secuestrar a una niña cuyo hermano iniciará su búsqueda. Rodada en Inglaterra, en la película no faltan gotas de perversidad, personajes enloquecidos, referencias exotéricas y un tétrico ambiente.
"The Killing Kind" (1973) es un psicothriller" que Harrington considera uno de sus mayores logros. El film narra la venganza de un joven con problemas mentales (de nuevo la locura como base para la historia a tratar) contra la muchacha que la acusó de violación. El director jugó de nuevo con la ambigüedad, utilizada de manera muy consciente y con los equívocos sexuales en el comportamiento del protagonista. En el reparto destaca la presencia de la veterana Ann Sothern, acompañada de John Savage y Luana Anders, en papeles principales.
Esta étapa se cierra con tres telefilms en los que el director de "Night Tide" trató de recuperar no solo las formas de las viejas películas de terror de los años 30, 40 y 50, sino también la temática de muchas historias "pulp" aparecidas durante esa época en innumerables publicaciones.
- "The Cat Creature" (1973) es un homenaje a los viejos films sobre maldiciones egípcias mediante un relato escrito por el truculento Robert Bloch que narra las muertes provocadas en pleno siglo veinte por una antigua deidad gato. En el reparto, viejas glorias de la serie B como Keye Luke, Gale Sondergaard, Stuart Whitman y el gran John Carradine.
- "Killer bees/Abejas asesinas" (1974) fue un regreso al cine de los años 50 centrado en amenazas animales. La mítica Gloria Swanson debutó en el formato televisivo con esta película sustituyendo en el último momento a la no menos legendaria Bette Davies que se apeó del proyecto poco antes de iniciarse el rodaje. La Swanson encarnó aquí a la extraña matriarca de una familia de apicultores que es en realidad una reina abeja humana. Harrington la consideraba su mejor trabajo para la televisión.
- "The dead don´t die" (1974) supuso una nueva colaboración con el escritor y guionista Robert Bloch. Esta zombie-movie abiertamente "pulp" recupera los orígenes vudú del mito mediante una historia desarrollada en el Chicago de 1934, en la que un misterioso personaje llamado Vareck planea gobernar el mundo utilizando un ejercito de muertos vivientes. Ray Milland, George Hamilton y Ralph Meeker son algunas de las estrellas resucitadas en este telefilm.
Quedan también los proyectos que no pudo llevar a buen puerto. El más interesante de ellos es “The Pyx”, una mistery movie en la que un investigador privado investigaba la extraña muerte de una “call girl”. Sin embargo, James Mason que debía protagonizar el film se negó a trabajar con Joan Crawford y la esperada película tuvo que ser aparcada.
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