A mediados de los 70, Fernando di Leo filma tres películas protagonizadas por Luc Merenda, rostro reconocible del cine italiano de la época, de limitada prestancia actoral aunque con indudable gancho en pantalla. Es un actor cuya presencia no parece encajar bien con el mundo del director de Milan Calibre 9 (1972). Estas obras llegan después de la personal "Trilogía del Milieu" donde di Leo ofreció los mejores momentos de su cine. La "Trilogía Merenda" son obras de encargo donde el director italiano acometió su trabajo de manera profesional aunque siguiendo directrices ajenas. En dos de ellas, el realizador parece aclimatarse a las convenciones
básicas del floreciente "poliziesco" con resultados
insatisfactorios pero ofreciendo curiosas variantes del mismo.
1.- Il poliziotto è marcio (1974). Un puñetazo a la cara a las habituales odiseas de superpolicías contra el crimen. La ley y el orden se imponían en las pantallas transalpinas a sangre y fuego, con métodos discutibles y el consabido beneplácito de los espectadores. En Italia se extremaba lo propuesto por el cine policíaco made in USA. Franco Nero, Luc Merenda, Mauricio Merli y cia saldaban sus cuentas con delincuentes de medio pelo aunque las consecuencias no siempre fuesen las esperadas. Existía en ocasiones un leve toque dramático pero la acción desenfadada y los violentos tiroteos se imponían en sus habituales historias. Di Leo ofrece un venenoso giro a todo ello. El protagonista de esta película es un inspector ejemplar de cara al sistema y a la opinión pública que sin embargo esconde su corrupción ante todos. La lucha contra el crimen ha generado para su responsable una abultada cuenta corriente que su amoral dueño ha aceptado sin discusión. Su entorno lo desconoce y cuando se descubre las consecuencias serán inevitables. Una llamativa e iconoclasta propuesta, irregular en cuanto a desarrollo, debilitada en sus aspectos más dramáticos (el enfrentamiento paterno-filial o la relación sentimental que mantiene) y en la plana interpretación de su protagonista (con todo, la elección de Merenda en el rol principal encierra mucha ironía), e implacable a la hora de mostrar los resortes del mundo criminal. Richard Conte y Vittorio Caprioli brillan en sus pequeños aunque nada ociosos personajes. Destacar su tercio final donde el fatalismo afín a su autor se impone en sus cada vez más ensombrecidas imágenes.
2.- La citta sconvolta: caccia spietata ai rapitori/Caza implacable (1975). Policíaco de clara intención ideológica (un lastre para la película desde el primer momento) y con resultados claramente fallidos. El doble secuestro de unos niños provoca un drama familiar en dos estratos diferentes. El adinerado ingeniero Filippini (James Mason) intenta resolver el caso utilizando sus hipócritas medios económicos y sociales pero intentando no perder poder en ello. El mecanico Colella (Luc Merenda) sufre la situación incapaz de poder resolverla de manera económica. Clase alta vs Proletariado. Los secuestradores asesinan al hijo del segundo para apretar las tuercas al primero. Solo la sangre ajena parece hacer cambiar al repulsivo Filippini. Este discurso mostrado de manera poco sutil en imágenes se cae por su propio peso ante la floja interpretación de sus protagonistas. Merenda hace lo que puede pero en este tramo más dramático su labor llega a ser insulsa. Sin embargo el caso de James Mason es peor. El actor británico actua sin brillo y sin convicción en un rol que merece un mayor empeño por su parte. Se tiene la sensación que Mason ha aceptado un papel en el que ni cree ni está de acuerdo con su desarrollo. Dicho contraste, punto fuerte del guión deja herida de muerte la película. La segunda parte de la misma es una vengeance movie repleta de acción y chulería. Luc Merenda cambia el mono por la chaqueta de cuero y se deshace de la rapiña ante la inoperancia de la policía (representada por un Vittorio Caprioli comprensivo, cómico, caricaturesco con cuya presencia di Leo siempre parece disfrutar). Tiroteos, persecuciones y asesinatos "marca de la casa" coronan una cinta cuyas dos partes parecen pertenecer a diferentes obras. Un filme que admitiría perfectamente un remake (sus ideas interesantes quedan finalmente desaprovechadas).
3.- Gli amici di Nick Hezard (1976). Una rareza en la trayectoria de Fernando di Leo que tuvo que sufrir todo tipo de contratiempos. Un remake nada encubierto de El Golpe (1973, George Roy Hill) cuyas restricciones presupuestarias lastraron el desarrollo de la película. Otro trabajo de encargo donde el realizador dejó su impronta y disfrutó especialmente del trabajo actoral. A pesar de lo que se comenta de ella, una película simpática por el cambio geográfico, por sus bizarras situaciones y por mostrar a un Luc Merenda en un papel distinto al habitual (no llega a convencer pero está más simpático que de costumbre). La historia es conocida: la venganza en forma de timo de un grupo de ladrones para vengarse de un temible gangster (Lee J. Cobb y sus habituales malas pulgas). Obra coral (en el reparto se dejan ver Luciana Paluzzi, Dagmar Lassander, Valentina Cortesse, el insulso Fred Williams, William Berger, Gabriele Ferzetti....) y desequilibrada donde abunda lo picaresco sobre lo criminal, aunque se disfruta por sus formas de cinema bis de sesión continua. Su autor no guardaba buen recuerdo de ella pero su visionado ofrece resultados superiores a sus dos compañeras de reseña.
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