domingo, 18 de septiembre de 2011

NIGHT OF THE LEPUS (1972)


Atención. Con el fín de eliminar una peligrosa plaga de conejos que están asolando una zona rural norteamericana unos biologos inoculan a algunos de ellos una sustancia que permita su eliminación y evitar así el uso sustancias nocivas para su exterminio. La hija del matrimonio coge uno de estos especímenes y en un descuido lo deja en libertad en plena zona cero de la amenaza (¡vaya por Dios!). El efecto que provoca es inverso. Los conejos crecen de manera desmesurada y empiezan a atacar a la población humana.


Regreso enloquecido y ciertamente psicotrónico a las formulas tradicionales de las monster-movies de los 50´s, La noche del conejo (1972) se ha ganado por derecho propio un pequeño hueco entre las muestras más recordadas de la época. Asistir a como manadas de inocentes conejos gigantes provocan el caos entre maquetas a escala y humanos al borde de un ataque de nervios es ciertamente un espectáculo irrepetible. Sin embargo hay que reconocer que William Claxton, su director, se toma en serio su cometido y lleva su delirante apuesta hasta sus ultimas consecuencias. Lo más destacable es el empleo del escenario netamente country para situar este modelo de ciencia - ficción monstruosa.


El guión recurre al utillaje propio del subgénero: Minas abandonadas repletas de mosntruosos amigos de Bugs Bunny, fuerzas del orden enfrentandose a la peligrosa amenaza, granjeros defendiendose una vez más como si de otra catastrofe natural se tratara, explicaciones científicas para dar empaque a la situación, personajes en soledad justo en el momento menos adecuado, algún elemento gore acorde con los tiempos...


Lo más simpático del film es como todo el mundo acepta con normalidad que los conejos pueden mutar, alterar su tamaño, y atacar al ser humano hasta aniquilarle. El ritmo no decae en ningún momento y el efecto de los conejos gigantes atacando es potenciado con ruidos y juegos de luces (los animalitos en sí no son muy amenazadores que digamos).


Recordemos el momento más insólito de la propuesta: un drive-in es desalojado de manera perfectamente ordenada tras un aviso de las fuerzas del orden y los espectadores con sus coches son trasladados para formar una barrera hasta el lugar donde se enfrentarán finalmente con la horda conejera. Los ciudadanos en un estado casi de hipnosis ayudan a las fuerzas del orden como si un documental propagandistico estuviera siendo filmado.


Destaquemos eso sí su singular reparto de viejas glorias o actores en vías de ello: el todoterreno Stuart Whitman, Janet Leigh, Rory Calhoun y Deforest Kelley (todos ellos y los que les rodean luchando contra la plaga como si la vida les fuera en ello). El filme se basa en una desconocida novela de título apetecible: The year of the angry rabbit del escritor australiano Russell Braddon. Amantes de las monster movies setenteras tienen aquí una recomendación asegurada para el regocijo más recalcitrante.

1 comentario:

  1. jaja! y yo que estoy en un momento muy Janet-Leigh.. tomo nota de ella para una noche de terror y risas..

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