El regreso del gran Gene Colan al cazavampiros más popular de la factoría de las ideas, fue con un meritorio one-shot, con inevitable vocación para activar una serie regular y que precedió el estreno de la primera película sobre el personaje (fue publicado en marzo de 1998). En esta ocasión, no contó con la compañía cómplice de Marv Wolfman. Su sustituto fue el escritor Christopher Golden que realizó un estimable trabajo a la hora de actualizar las aventuras del personaje manteniendo los mejores elementos que le hicieron popular en los años 70. Basicamente, Golden y Colan devuelven a Blade sus señas de identidad, algo perdidas en sus anteriores combates al lado de los nightstalkers y en su última etapa en solitario (la serie de 10 números publicada entre 1994 y 1995).
Blade se traslada de Nueva York a Nueva Orleans para investigar un extraño complot que se extiende por los bajos fondos de algunas importantes urbes: el hampa está siendo vampirizado de forma metódica siguiendo un plan malignamente estudiado. Detrás de todo ello, se encuentra su archienemigo Deacon Frost, el vampiro que intenta sustituir a Drácula al mando del reino de la noche. En su aventura, Blade se encontrará con algunos inesperados aliados.
Crescent City Blues mezcla habilidosamente terror, misterio y acción a partes iguales logrando así una de las historias más equilibradas en la trayectoria del personaje. Las ideas de Golden son plasmadas con gran profesionalidad por el veterano Gene Colan sin que tenga la necesidad de reinventarse esteticamente. Las viñetas de Colan se muestran tan efectivas y en ocasiones tan fascinantes como lo hicieron en los años 70 en la mítica Tomb of Dracula.
Uno de los puntos fuertes es la recuperación de algunos de los personajes más importantes en la pequeña mitología del personaje. En primer lugar, lógicamente, el gran Deacon Frost, temible y escurridizo, nada que ver con la rejuvenecida presencia de diseño vista en el film de Norrington. Aquí es un peligrosísimo personaje cuyo poder está muy por encima del resto de contrincantes.
El otro gran acierto del guión de Golden es recuperar a algunos personajes anteriormente vinculados a Blade: su antiguo socio Hannibal King, detective vampiro dado por muerto en su ultima batalla al lado del cazavampiros negro, y Saffron Caulder, su antigua novia, que casualmente trabaja en Nueva Orleans para Donna Garth (hija de Simon Garth, el Zombie de la Marvel).
Por si alguno no quedaba suficientemente complacido con este estimulante comeback, Golden intoduce en la trama conexiones entre el vampirismo y el vudu, lo que da lugar a la aparición de Jericho Drumm, el Hermano Vudú y su archienemiga Marie Leveau, introducidos en la batalla entre los poderes de la noche y las fuerzas del bien.
Tan interesante propuesta, no tuvo continuidad dado los caminos divergentes que Blade (1998) siguió en la pantalla grande. El siguiente one-shot sobre el personaje, Blade: Pecados del padre (octubre de 1998), intentaba unir de manera infructuosa lo propuesto en Crescent City Blues con las innovaciones estéticas del personaje vistas en la película, todo ello al servicio de los imposibles lápices de Bart Sears, cuyo estilo en ningún momento de adecua con el cazavampiros negro. Disfrutemos de la contribución de Golden y Colan, en una hermosa y siempre fascinante Nueva Orleans, la admirable y auténtica crescent city blues.
Blade se traslada de Nueva York a Nueva Orleans para investigar un extraño complot que se extiende por los bajos fondos de algunas importantes urbes: el hampa está siendo vampirizado de forma metódica siguiendo un plan malignamente estudiado. Detrás de todo ello, se encuentra su archienemigo Deacon Frost, el vampiro que intenta sustituir a Drácula al mando del reino de la noche. En su aventura, Blade se encontrará con algunos inesperados aliados.
Crescent City Blues mezcla habilidosamente terror, misterio y acción a partes iguales logrando así una de las historias más equilibradas en la trayectoria del personaje. Las ideas de Golden son plasmadas con gran profesionalidad por el veterano Gene Colan sin que tenga la necesidad de reinventarse esteticamente. Las viñetas de Colan se muestran tan efectivas y en ocasiones tan fascinantes como lo hicieron en los años 70 en la mítica Tomb of Dracula.
Uno de los puntos fuertes es la recuperación de algunos de los personajes más importantes en la pequeña mitología del personaje. En primer lugar, lógicamente, el gran Deacon Frost, temible y escurridizo, nada que ver con la rejuvenecida presencia de diseño vista en el film de Norrington. Aquí es un peligrosísimo personaje cuyo poder está muy por encima del resto de contrincantes.
El otro gran acierto del guión de Golden es recuperar a algunos personajes anteriormente vinculados a Blade: su antiguo socio Hannibal King, detective vampiro dado por muerto en su ultima batalla al lado del cazavampiros negro, y Saffron Caulder, su antigua novia, que casualmente trabaja en Nueva Orleans para Donna Garth (hija de Simon Garth, el Zombie de la Marvel).
Por si alguno no quedaba suficientemente complacido con este estimulante comeback, Golden intoduce en la trama conexiones entre el vampirismo y el vudu, lo que da lugar a la aparición de Jericho Drumm, el Hermano Vudú y su archienemiga Marie Leveau, introducidos en la batalla entre los poderes de la noche y las fuerzas del bien.
Tan interesante propuesta, no tuvo continuidad dado los caminos divergentes que Blade (1998) siguió en la pantalla grande. El siguiente one-shot sobre el personaje, Blade: Pecados del padre (octubre de 1998), intentaba unir de manera infructuosa lo propuesto en Crescent City Blues con las innovaciones estéticas del personaje vistas en la película, todo ello al servicio de los imposibles lápices de Bart Sears, cuyo estilo en ningún momento de adecua con el cazavampiros negro. Disfrutemos de la contribución de Golden y Colan, en una hermosa y siempre fascinante Nueva Orleans, la admirable y auténtica crescent city blues.
Me he puesto las votas leyendo el blog, ya era hora de encontrar una página sobre black cinema en castellano.
ResponderEliminarUn saludo.
BUEN COMIC,GOOD MOVIES.GOOD REYNOLDS,GOOD WESLENY SNIPES,INMEJORABLE,APARRE...LOS COMICS
ResponderEliminarDEL 70 SON GENIALES.
TE ESPERO EN WWW.BAIASIQUIERESMAS.BLOGSPOT.COM
WWW.VINCEN-CASTRO.BLOGSPOT.COM
SORRY,WWW.BAILASIQUIERESMAS.BLOGSPOT.COM
ResponderEliminarSOUL FUNK,,,,
Como la pelicula qué dicén qué haran de Luke Cage sea tan mala como las de Blade ,lo tengo claro.
ResponderEliminarMi superheroe negro favorito de siempre siempre sera Powerman alias Luke Cage cón esa altaneria propia de mis boxeadores favoritos de la infancia Muhamadd Alí y José Legrá campeones del mundo de peso pesado y peso pluma respectivamente en fín .
ResponderEliminarLUKE CAGE TENIA EN LOS AÑOS 70 UNA ARROGANCIA COMO LA QUÉ TENIAN MUHAMAAD ALÍ Y JOSÉ LEGRÁ 2 GRANDES CAMPEONES MUNDIALES DE BOXEO.
ResponderEliminaryo también me temo lo peor con la peli sobre Luke Cage. Si al menos adaptasen el comic que dibujó Corben hace unos años podriamos esperar algo.
ResponderEliminarIgual qué en EE.UU. sacarón el comic MUHAMADD ALÍ VS SUPERMAN aquí podrián sacar el comic JOSÉ LEGRÁ VS SUPERLOPEZ.
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