No es el cine español cuna de vanguardias o apuestas de cierto riesgo. Mucho menos si nos centramos en su apotación al cine de animación, en muchas ocasiones dependiente de modelos americanos y/o europeos. Por ello, reconforta encontrarse con una obra como Chico & Rita, orquestada por dos cerebros (en realidad muchos más), y donde dan rienda suelta a sus pasiones más desatadas: la musica cubana y el dibujo rerspectivamente. Fernando Trueba ya había demostrado lo primero en los acercamientos en clave documental y como productor disquero de diversos artistas, amén de ser uno de los culpables en este pais del redescubrimiento de eminentes músicos cubanos, en una operación similar y paralela a la realizada al otro lado del charco por el inconmensurable Ry Cooder. Por su parte, Javier Mariscal tiene la oportunidad de dar el salto y demostrar su maestría como diseñador e ilustrador en la pantalla. La obra de ambos se ha saldado con un éxito rotundo.
Chico & Rita narra la historia de amor de dos cubanos, el pianista y ella cantante, en un periodo de diez años (de 1948 a 1958, desde el recuerdo de los días actuales) y a caballo entre dos paises. No faltan los momentos intensos, las rupturas, los guiños cinéfilos, la nostalgia y especialmente, la música, eje vertebrador de la historia y de la propia obra.
Algunos podrán ver erroneamente dicho argumento como una excusa para dar rienda suelta a una fantasía musical bellamente decorada. No tiene Chico & Rita, un guión novedoso o perfecto; en ocasiones peca de ingenuo, pero sirve perfectamente a sus autores para contar una hermosa historia romántica, en una paraiso más o menos soñado, y donde no faltan, en determinados momentos, diversos comentarios de crítica social, tanto en la isla (la situación actual) como en su grandilocuente vecino (el racismo).
Los mejores y más admirables momentos de Chico & Rita, tienen como protagonista la música: el sueño de Chico antes de llegar a Nueva York, la escena desarrollada en el village, la aparición de inolvidables genios (Charlie Parker, Tito Puente, Dizzie Gillespie, Monk, Chano Pozo, Nat King Cole...), la composición del tema de Rita. Pero tampoco hay que olvidar otras escenas memorables como una persecución nocturna en La Habana o un simpático momento casi Wilderiano con los frijoles de por medio. Y lógicamente hay que recordar la aportación de Bebo Valdés, que aparte de poner música al film se erige en inspiración del mismo y en ultima instancia, el principal depositario de dicha obra.
Maravillosamente ambientada, con un final dulzón pero que no empalaga lo anteriormente narrado, Chico & Rita es una estupenda recomendación para salir de la rutina filmica que ultimamente nos acompaña.
Chico & Rita narra la historia de amor de dos cubanos, el pianista y ella cantante, en un periodo de diez años (de 1948 a 1958, desde el recuerdo de los días actuales) y a caballo entre dos paises. No faltan los momentos intensos, las rupturas, los guiños cinéfilos, la nostalgia y especialmente, la música, eje vertebrador de la historia y de la propia obra.
Algunos podrán ver erroneamente dicho argumento como una excusa para dar rienda suelta a una fantasía musical bellamente decorada. No tiene Chico & Rita, un guión novedoso o perfecto; en ocasiones peca de ingenuo, pero sirve perfectamente a sus autores para contar una hermosa historia romántica, en una paraiso más o menos soñado, y donde no faltan, en determinados momentos, diversos comentarios de crítica social, tanto en la isla (la situación actual) como en su grandilocuente vecino (el racismo).
Los mejores y más admirables momentos de Chico & Rita, tienen como protagonista la música: el sueño de Chico antes de llegar a Nueva York, la escena desarrollada en el village, la aparición de inolvidables genios (Charlie Parker, Tito Puente, Dizzie Gillespie, Monk, Chano Pozo, Nat King Cole...), la composición del tema de Rita. Pero tampoco hay que olvidar otras escenas memorables como una persecución nocturna en La Habana o un simpático momento casi Wilderiano con los frijoles de por medio. Y lógicamente hay que recordar la aportación de Bebo Valdés, que aparte de poner música al film se erige en inspiración del mismo y en ultima instancia, el principal depositario de dicha obra.
Maravillosamente ambientada, con un final dulzón pero que no empalaga lo anteriormente narrado, Chico & Rita es una estupenda recomendación para salir de la rutina filmica que ultimamente nos acompaña.
LA TENDROS EN CUENTA,SALUDOS.BROTHA.
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