En 1977 la blaxploitation era algo ya del pasado y aunque se seguian estrenando títulos para el público de color, la eclosión de principios de los 70 era ya un recuerdo. Sin embargo, los productores y directores más avezados en el cine de explotación seguían suministrando buenas dosis de acción y violencia, teñidas en este caso de sucias connotaciones raciales.
Defiende tu vida tiene el honor de pertenecer a la miserable lista británica de los video nasties lo que la convierte a su pesar en pieza codiciada por los coleccionistas más aviesos. Si a esto añadimos el padrinazgo de Quentin Tarantino en su rescate y una esplendorosa reedición en DVD y Blue Ray a cargo del sello Blue Underground, la ecuación cult movie la tenemos ya cerrada.
Tres peligrosos delincuentes, escapan de un furgon blindado iniciando una violenta carrera teñida de sangre y muertos, sin ningún motivo lógico para sus acciones. Tras asaltar y asesinar algún que otro infortunado ciudadano, dan con sus huesos en la casa de un predicador negro y su familia a los que someterán a todo tipo de vejaciones. Sin embargo, la familia responderá en consecuencia al brutal secuestro.
Cambio de tornas a un argumento ya conocido. Los delincuentes no son de color: uno es blanco, violento y racista, y los otros dos, uno hispano y el otro oriental, rozan la caricatura en sus caracterizaciones. La familia acomodada que asaltan es de color, asentada y respetable, lo que la convierte en modelo a seguir para el espectador medio. Lo más interesante de la propuesta es la creciente tensión racial desarrollada en un escenario cerrado, especialmente en lo dialéctico y posteriormente en lo violento.
No faltan las violaciones, los asesinatos a sangre fría (un dependiente, un niño y una joven blanca antigua novia del hijo mayor de la familia fallecido...), algún flashback fuera de lugar, escenas irrisorias y el habitual sesgo reaccionario en favor de la autodefensa. Hay que reconocer que sus creadores no juegan muy limpio: los asesinos son carroña que quieres que mueran rapidamente desde el primer momento, y la familia es tan inocente que esperas que acaben con los facinerosos ante la habitual discrección de las fuerzas del orden.
Fight for your life es un rocoso cruce entre el clásico Horas desesperadas (1955, William Wyler) y la prole generada por La ultima casa a la izquierda (1972, Wes Craven), sin la genialidad de la primera ni tampoco la contundencia de la segunda. Aún así, en su modestia es un film moderadamente entretenido, de montaje aseteado y poco uniforme, y siempre atento a despertar las más bajas pasiones del público receptor. Dirige el poco conocido Robert A. Enderson y en su reparto destacan las presencias del siempre estupendo William Sanderson y Robert Judd, un actor de escasa carrera y que nos hubiese gustado verle más en pantalla.
Defiende tu vida tiene el honor de pertenecer a la miserable lista británica de los video nasties lo que la convierte a su pesar en pieza codiciada por los coleccionistas más aviesos. Si a esto añadimos el padrinazgo de Quentin Tarantino en su rescate y una esplendorosa reedición en DVD y Blue Ray a cargo del sello Blue Underground, la ecuación cult movie la tenemos ya cerrada.
Tres peligrosos delincuentes, escapan de un furgon blindado iniciando una violenta carrera teñida de sangre y muertos, sin ningún motivo lógico para sus acciones. Tras asaltar y asesinar algún que otro infortunado ciudadano, dan con sus huesos en la casa de un predicador negro y su familia a los que someterán a todo tipo de vejaciones. Sin embargo, la familia responderá en consecuencia al brutal secuestro.
Cambio de tornas a un argumento ya conocido. Los delincuentes no son de color: uno es blanco, violento y racista, y los otros dos, uno hispano y el otro oriental, rozan la caricatura en sus caracterizaciones. La familia acomodada que asaltan es de color, asentada y respetable, lo que la convierte en modelo a seguir para el espectador medio. Lo más interesante de la propuesta es la creciente tensión racial desarrollada en un escenario cerrado, especialmente en lo dialéctico y posteriormente en lo violento.
No faltan las violaciones, los asesinatos a sangre fría (un dependiente, un niño y una joven blanca antigua novia del hijo mayor de la familia fallecido...), algún flashback fuera de lugar, escenas irrisorias y el habitual sesgo reaccionario en favor de la autodefensa. Hay que reconocer que sus creadores no juegan muy limpio: los asesinos son carroña que quieres que mueran rapidamente desde el primer momento, y la familia es tan inocente que esperas que acaben con los facinerosos ante la habitual discrección de las fuerzas del orden.
Fight for your life es un rocoso cruce entre el clásico Horas desesperadas (1955, William Wyler) y la prole generada por La ultima casa a la izquierda (1972, Wes Craven), sin la genialidad de la primera ni tampoco la contundencia de la segunda. Aún así, en su modestia es un film moderadamente entretenido, de montaje aseteado y poco uniforme, y siempre atento a despertar las más bajas pasiones del público receptor. Dirige el poco conocido Robert A. Enderson y en su reparto destacan las presencias del siempre estupendo William Sanderson y Robert Judd, un actor de escasa carrera y que nos hubiese gustado verle más en pantalla.
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