Los pobres y los marginados continuan creciendo.
Ya no existe ni la justicia racial ni los derechos humanos.
Han creado una sociedad represiva y nosotros somos sus cómplices involuntarios.
Nos han hecho sentir indiferencia hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Solamente pensamos en nuestro bienenestar.
Están intentando por todos los medios destruir nuestra conciencia.
Tienen que comprender que ellos estarán a salvo hasta que logremos descubrirlos.
Ese es su método personal de supervivencia.
Nos mantienen dormidos.
Hacen que seamos egoistas y no nos demos cuenta.
* Del mensaje retransmitido en TV por la resistencia en las desconexiones ilegales de la magnífica película de John Carpenter: Estan Vivos (1988).
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