lunes, 4 de julio de 2011

THE MAD BOMBER (1973)


Bert I. Gordon, cineasta ejemplar para los seguidores del cine pequeño de los 50, experto en mutaciones de todo tipo de proporciones, cuenta con una filmografía tan variopinta como pintoresca, siempre al servicio de un tipo de espectaculo abiertamente popular, muy juvenil y nada trascendente. Cuando su nombre aparece en los estudios del cine fantástico, suele ser arrinconado o expuesto a las críticas de los que no reconocen o disfrutan de las variantes más exploiter del 7º arte. Tampoco nos encontramos, todo hay que decirlo con un autor fundamental a la altura de gente como Tourneur, Lewis, Ulmer, de Toth, Arnold y cia. Gordon fue un cineasta todoterreno, independiente, que practicamente lo hacía todo (desde el guión, pasando por la producción, los rudimentarios FX, el montaje...) y que tocó variedad de géneros aunque se especializó en el fantástico): ghost stories, satanismo, comedias eróticas, ciencia ficción, thrillers, grand guiñol, piratas....Una de sus mejores obras es The mad bomber, un estimable y enrevesado policíaco poco o nada conocido y que muestra facetas desconocidas para el maestro del gigantismo cinemtográfico.


Un misterioso personaje se dedica a colocar explosivos en diversos lugares. Detrás de estos actos hay un deseo de castigar a la sociedad a la que considera podrida y responsable de la muerte de su hija, y del fracaso de su matrimonio. Paralelamente a estas acciones, un peligroso violador está provocando el terror en la población angelina (el filme se desarrolla en L.A.). El detective Geronimo responsable de ambos casos descubre inesperadamente que en uno de los actos terroristas del mad bomber hubo un testigo: el culpable de los actos de violación. La caza en ambos campos se desencadena.


Los aficionados a la novela negra se encontrarán con la grata sorpresa que la historia que sirve de base para este estimable thriller pertenece al finado Marc Behm, escritor de culto responsable de un título imprescindible: La mirada del observador. Es por ello que lo enrevesado de la propuesta y algunos de los giros irónicos de la misma, amen de una visión abiertamente pesimista de la humanidad tocan perfectamente con el mundo de Behm.


La realización de Gordon correcta, medida y algo esquemática tiende a lo esencial, mostrando en paralelo las acciones de los tres personajes de la función y la paranoia que se va desencadenando a medida que avanza la narración. Los mejores momentos del filme tienen lugar a la hora de mostrar las detonaciones (una de ellas en un instituto), el cortante interrogatorio del policía con el violador y el explosivo climax de la película. Sin olvidar, la descripción del mundo cotidiano de ambos criminales, un aspecto que engrandece a esta obra y la separa de obras similares del momento.


The mad bomber nos regala ocasionales destellos de grandeza: el terrorista urbano reprende las malas acciones de la gente en su vida cotidiana haciéndoles responsables del estado de las cosas. Por otro lado, el violador es un family man con una predilección por filmar y fotografiar a su esposa en performance eróticas. La llave para que el policía caze al terrorista se encuentra en un giro sorprendente. El violador estaba atacando a una joven en un centro medico cuando el vengador urbano colocó uno de sus explosivos. Casualidades pocas; lo deductivo en la investigación es lo que lleva al policía a encontrar la clave. Y no falta algún momento hilarante: la busqueda del violador hace pensar que Los Angeles sufre una invasión de maníacos sexuales.


Gordon destaca especialmente en el retrato de los tres personajes llegando a lograr que empaticemos con ellos. Gran merito de ello recae en los tres excelentes actores que los encarnan: un memorable Chuck Connors (el D-Fens de Un día de furia es una versión maqueada del mismo rol), un inquietante Neville Brandt y un estimable Vince Edwards (Sin esta tríada la película sería otra cosa). The mad bomber (1973) es por lo tanto un policíaco urbano, setentero, abiertamente B pero que se aleja de los modelos que se iban imponiendo en esos mismos momentos en el cine USA. Una pequeña perla a recuperar.

*El filme cuenta con varios títulos que corresponden con montajes distintos del filme: The mad bomber es la versión más fiel a la estrenada en su momento mostrando la violencia y las escenas de desnudos que las otras versiones (Detective Geronimo y The Police connection) suavizaron.

3 comentarios:

  1. Excelente reseña Mister! Me has puesto los dientes largos, largos! Intentare hacerme con la versión integra que esas sesiones fotográficas de performance eróticas prometen lo suyo!
    Saludos!

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  2. Por cierto,que te pareció The Ward???

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  3. La película de un maestro aunque no es una obra maestra. Pienso que fue recibida en Sitges de manera muy beligerante. Pero hay más cine en The ward que en mucho cine de género que se estrena. Un Shutter island en clave B. Quiero recordar que cuando hizo El principe de las tinieblas le llovieron palos por todos los sitios...y ahora es una película reconocida sin ser lo mejor de esa decada. The ward tiene 3 o 4 secuencias excelentes, una atmósfera muy solida y unas interpretaciones muy estimables. Esperemos que se estrene en un futuro no muy lejano

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