Mientras Bond se lanzaba a aventuras exóticas por todo el mundo imponiendo la ley a golpe de gatillo en clave 00, en Africa no les valío este producto de sumisión jingoista al gusto Occidental. Nuestro querido James visitaba el continente de vez en cuando durante sus azarosas epopeyas siempre preocupado por acabar en camas ajenas seduciendo a chicas fascinadas por sus encantos.
Situémonos en Nigeria en plena efervescencia spy-pop sesentera. Entre 1968 y 1972 se publicó "African Film", un foto-comic que presentó las peripecias de Lance Spearman conocido popularmente como "The Spear", un tipo inteligente, sagaz, sofisticado y elegante que combatía el crimen con inusitada destreza y arreglaba todo tipo de situaciones peligrosas en muchos casos provocadas por los demonios blancos de occidente. A medio camino entre el detective privado y el superespía, la figura de Spearman era perfectamente reconocible: trajes a la medida, pajarita y sombrero panama, cigarros caros y un Corvette Stingray para los desplazamientos.
El personaje bebía de reconocibles fuentes de la cultura popular de la época y fue añadiendo a su equipaje de viaje coyunturales referencias de tipo ideológico y cultural. Editada por Drum Publications, la revista se hizo popular en núcleos úrbano de influencia anglosajona de Nigeria, Kenya y Ghana. Se desconoce la tirada real pero se calcula que cada ejemplar contaba con 150.000 ejemplares. Se publicaba en blanco y negro salvo la portada en color. Por último, señalar que Lance Spearman fue encarnado por Jore Mkwanazi. Todo un precedente de los inmediatos protagonistas blaxploiters.
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