jueves, 28 de julio de 2011
miércoles, 27 de julio de 2011
SAVOY BALLROOM: HARLEM
El Savoy fue uno de los pocos lugares que fomentó la integración siendo uno de los clubs pioneros en la cultura interracial: blancos y negros compartían espacio sin ningún tipo de obstáculo. El Savoy se hizo famoso por ser una de las cunas del Lindy Hop y por sus duelos de bandas musicales; ni que decir tiene que por allí pasó lo más granado del momento en lo que a música se refiere. La banda oficial de la casa fue desde 1931 la orquesta de Chick Webb, cuya vocalista era una jovencísima Ella Fitzgerald.
El Savoy cerró sus puertas en 1958. El edificio fue posteriormente demolido y hoy es recordado por una placa conmemorativa colocada en el 2002 en la Avenida Lennox. Sin embargo, su legado está vivo y es recordado en multiples lugares.
martes, 26 de julio de 2011
LOQUILANDIA (1941) IN BLACK: DANCE
lunes, 25 de julio de 2011
LOQUILANDIA (1941) IN BLACK: MUSIC
jueves, 14 de julio de 2011
IN THE ELECTRIC MIST (2009)
Hogman Patin asesinó a cuchilladas y a plena luz del día a un cobrador del seguro de entierros blanco que se acostaba con su mujer. Cumplió 17 años en Angola. Tuvo un montón de peleas. Le castigaron metiéndole en hormigueros y en cajas hechas de hierro fundido. Le llevó a la salvación un predicador baptista en Baton Rouge. Hogman me caía bien.
No me gusta tener nada que ver con
los asuntos de los blancos
pero me preocupa lo que
le han hecho a esa chica.
Hablé con ella como dos horas
antes de que se fuera del local.
Me dijo: “Hogman, en mi próxima
vida, tu y yo nos casaremos”.
Yo le dije: “querida, no dejes que esos hombres te traten mal nunca”.
Ella me dijo: “voy a comprarme una casa en el lago Pontchartrain”.
¿Salía con alguien de New Orleans?
Probablemente algún chulo de mierda le dijera que era especial, que era muy guapa.
Y entonces apareció muerta.
¿Estás metido en lo de ese
esqueleto que han encontrado en el pantano Atchafalaya?
¿Cómo te has enterado?
Cuando alguien encuentra un hombre negro
muerto, los negros siempre se enteran.
Te escucho.
Un arrendajo azul nunca se mete
en el nido de un ruiseñor porque
el ruiseñor siempre le dará una paliza.
¿De qué estamos hablando, Sam?
Estoy hablando de un hombre negro...
No, no es correcto. Mejor dicho. Estoy hablando de un negro que tenía un lío con una mujer blanca para cuyo marido trabajaba.
Creo que los huesos que descubriste en la arena eran suyos.
¿Como se llamaba?
¿Que más da como se llamaba?
Quizás recibiera lo que andaba buscando.
Lo pasado, pasado está.
Y mejor dejarlo tranquilo.
¿Me estás advirtiendo?
¿Como se llamaba la mujer blanca?
Tengo que poner las judías en el fuego.
Hogman que tenía miedo de pocas cosas en el mundo parecía asustado.
Me había advertido debido al descubrimiento del hombre linchado.
Para él, estos hechos seguían vivos en una vergüenza colectiva sin perdón posible.
Y los implicados también seguían vivos y podían hacerle daño.
domingo, 10 de julio de 2011
viernes, 8 de julio de 2011
ACCION JACKSON (1988)
Eso sí, los tiempos eran distintos: culto al músculo anabolizado, a la acción gratuita, al esquematismo narrativo en su máxima potencia (y vinieron aún tiempos peores), al chiste fácil, al mamporro como figura de estilo y con pocas coartadas ideológicas. Al invento lo llamaron Acción Jackson (1988) y el resultado...no lo disfrutamos tanto en su momento como ahora (¿por qué será?).
El sargento Jericho Jackson, más conocido como Acción (sic), es un poli duro (suele ir sin armas) que trabaja en Detroit en una de esas comisarías que solo salen en las películas: ambiente de hora punta, jefe gritando, gente llevando archivos de un lado a otro sin saber muy bien a donde van, chistes al por mayor, putas decorando el local, algún borracho en una esquina....En la ciudad hay un tipo peligroso, con dinero y poder para más señas que responde al nombre de Peter Delaplane (el imprescindible Craig T. Nelson), típico villano conspirador que esta limpiando la ciudad con fines políticos. En el pasado, Jericho ya tuvo un problema con él, concretamente con su hijo, lo que le costó ser degradado. Ah, se me olvidaba, decorando la función Sharon Stone, como mala despechada y Vanity, que canta y se mueve entre los decorados (lo de actuar, vamos a dejarlo: fue nominada al razzie a peor actriz ese año).
Acción Jackson (1988) es un policiaco ochentero al borde de la parodia, lo que la convierte en un espectáculo flojo pero simpático. Nada parece estar tomado en serio, aunque lo que se muestra en pantalla tiene todos los visos de serlo. Craig R. Baxley, un curtido especialista y experto a la postre en cine de acción B, había aprendido los mimbres realizando casi una decena de episodios del Equipo A y eso se nota en esta película. Ritmo endiablado, humor bajo mínimos pero resultón, espectaculares set pieces de acción (coches volando, of course), explosiones inacabables, peleas barriobajeras, secundarios de porte (Bill Duke y Robert Davi, habituales de la factoría) y una secuencia final digna de ser revivida en cualquier fiesta de nochevieja venidera.
Hay que reconocerle a Silver que sus producciones funcionan (o funcionaban), y que su idea del espectáculo flamboyant pocas veces se le va de las manos (bueno, cuando intenta imitar a Bruckheimer y cia pero esa es otra historia). Pero Acción Jackson no cuajó, no hubo secuelas y no se pudo levantar franquicia; quizás por que este miniblockbuster era pieza ideal para disfrutar en los cines de sesión continua o en el formato domestico que como estreno revienta-taquillas (como Red Scorpion, Punisher, Masters del universo, Dark Angel...).
Silver lo intentó nuevamente con la simpática Pasajero 57 (todo hay que decirlo con mayor fortuna) y Carl Weathers se fue hasta Australia para encarnar a un tipo no muy distinto del bueno de Jericho Jackson, de nombre Billy Huracán Smith, que desafortunadamente también careció de descendencia fílmica.