viernes, 31 de enero de 2014

ABBY (1974): CAROL SPEED









ABBY (1974): WILLIAM MARSHALL







ABBY (1974)


Esta película muestra perfectamente una tendencia habitual en el cine afroamericano de los 70: versión black, desvergonzada en lo creativo de un filme anterior de importante repercusión comercial. En este caso, un plagio de "El Exorcista" (1973, William Friedkin). Además representa muy bien la filosofía del director William Girdler siempre atento a ofrecer replicas menores de títulos o tendencias de moda en la cartelera. En su corta aunque jugosa filmografía se dan cita la temática satánica, el gótico americano en clave psicótica, el policiaco para públicos de color, amenazas animales a pequeña y gran escala, terrores esotéricos e incluso el thriller cosmopolita. Nunca obtuvo resultados especialmente llamativos pero sus películas exponen con nitidez por donde se movieron los gustos de la época.

 
El doctor Williams (el gran William Marshall) es un sacerdote-arqueólogo que libera de manera accidental a un oscuro demonio africano. La entidad diabólica posee a Abby, su nuera que empieza a actuar de manera extraña y beligerante desatando su sexualidad. Williams volverá a los Estados Unidos para enfrentarse cara a cara con el mal.

Pieza delirante por variados motivos, Abby (1974) sigue al pie de la letra lo mostrado en "El Exorcista" (1973) con ligeras variaciones y vocación escapista. Resulta en la comparación de ambos títulos donde el film de Girdler obtiene su recompensa en clave Z. El cineasta de Kentucky evita todos los aspectos discursivos de la obra madre y opta por la ligereza y la acumulación de situaciones. La densidad dramática es sustituida por la ingenuidad narrativa; la estudiada provocación por involuntarios excesos cómicos; el combate moral de fuerzas por un mero choque de invocaciones. La película malogra la posibilidad de asistir a los efectos que tiene en un adulto una posesión de tipo sexual. Abby se comporta como una joven malcriada que acaba en el tramo final en mera pelandrusca tabernaria en busca de sexo y muerte.

Otro aspecto que la película malogra y evita: profundizar en los cultos africanos. William Marshall lamentó mucho este aspecto ya que el aportó muchas ideas y conceptos por cuenta propia. Sin embargo, Girdler no estaba intersado en ellos y los rechazó. Una verdadera lastima: la secuela de "El Exorcista" (1973) demostró las posibilidades de dicha temática en sus mejores tramos. El actor afroamericano fue muy duro en diversas declaraciones con los responsables de la película.

 
Abby (1974) mantiene el interés en su primera parte y se ve con cierto agrado dada su textura psicotrónica. El filme enrarece poco a poco su atmósfera sin llegar a trastocar absolutamente la realidad mostrada. Prima lo excéntrico en lugar de mostrar el enfebrecido ambiente satánico. Posteriormente, la película pierde el rumbo cuando la acción se situa fuera del hogar de la protagonista careciendo de la esperada intriga de tal situación. El climax final tiene lugar en un local nocturno donde el Dr. Williams se enfrentará finalmente al demonio en un chispeante combate carente de la necesaria fuerza dramática.

El filme ganó cierta notoriedad en su momento por los problemas legales que tuvo con la Warner, compañía responsable del filme de Friedkin. Su escasísimo presupuesto tuvo un importante rédito en taquilla. Abby (1974) fue uno de los éxitos del momento para la A.I.P. que tuvieron que llegar finalmente a un acuerdo con la major para la explotación comercial del filme. Destacar la presencia en el reparto del estupendo William Marshall, Carol Speed, Juanita Moore y Austin Stoker. Girdler que aparte de dirigir, coescribio y coprodujo el filme no sacó ningún beneficio de la obra.


Lo mejor: William Marshall y Carol Speed.
Lo peor: Su condición de plagio la hace perder entidad y posibilidades.


jueves, 30 de enero de 2014

THE ZEBRA KILLER (1974): AGAIN



Recuperamos un título que anticipamos dentro del territorio de rarezas del cine afroamericano de los 70 y al cual era difícil acceder. The Zebra Killer (1974) es el primero y más desconocido trabajo del finado director William Girdler dentro de la blaxploitation. Un policiaco en clave de protobuddy-movie ligeramnete inspirado en una serie de asesinatos raciales que en esa época se produjeron en San Francisco. El resultado es un thriller bastante desangelado cuyo trazado puede recordar alguna obra maestra de la época.

Una serie de crímenes provocan el pánico en la ciudad y el desconcierto en la policía. Los hechos no tienen un razonamiento lógico y los ataques parecen ser realizados de manera indiscriminada y sin patrón alguno. El caso es investigado por el teniente Frank Savage y su compañero Robert Creason. El caso dará un inesperado vuelco cuando el asesino secuestre a la novia de nuestro protagonista y convierta el asunto en un tema personal.

The Zebra Killer (1974) es el primer thriller de su realizador y demuestra su lógica inexperiencia en el terreno. El filme contrapone de manera hierática las acciones criminales del asesino con la investigación policial aunque esta en ocasiones es tomada de manera muy ligera y sin el toque obsesivo deseado. Así, asistimos a innecesarias escenas de la vida privada del teniente Savage, algunas pesquisas mal trazadas y el lógico enfrentamiento con el jefe del departamento ante el callejon sin salida que va tomando la investigación. La sensación de ya-visto lo acompaña todo.

 
El retrato del asesino tan poco da para muchas alegrías y carece del necesario empaque psicológico. Sus acciones son retratadas con frialdad expositiva pero sin fuerza dramática lo que acaba debilitando la narración. El lógico enfrentamiento entre asesino y policía llega muy tarde después de demasiado metraje innecesario que ha roto el ritmo de la película. La situación desencadenante resulta ser forzada y de consecuencias ilógicas.

 
En el terreno positivo destacar algunas ideas no desarrolladas en cuanto a las acciones del asesino, el aspecto racial que adopta en sus ejecuciones y su debilidad en el climax de la narración. The Zebra Killer (1974) es un policiaco aburrido y fallido que anticipa algunos elementos que serán mejor retratados en el cine venidero de las décadas posteriores. Destacar la presencia de Austin Stoker (habitual en las tres blaxploitation de Girdler), Charles Kissinger y en un breve papel D´Urville Martin.

THE DEVIL´S EXPRESS (1976): AGAIN

 Comentamos hace un tiempo esta oscurísima producción de difícil visionado y que estaba a la espera de su regreso de las tinieblas más inmundas. A finales del año pasado, el sello "Code Red" rescató la película en formato doméstico para deleite de los amantes del cine trash más inmundo. The Devil´s Express (1976) cuenta la historia de los desmanes provocados por un monstruo oriental en el metro de Nueva York al ser liberado y verse envuelto en una ambiente de luchas violentas entre las distintas bandas callejeras. El demonio lógicamente no seguirá las directrices de su amo. Como llega hasta allí es ciertamente pintoresco. Un experto en artes marciales viaja a China para recoger de su maestro el grado superior. Su compañero, un auténtico buscaproblemas entrará en una cueva liberando al citado demonio al robar un collar mágico. 

Rodada con un presupuesto bajo mínimos, The Devil´s Express (1976) es una deshilachada e informe mezcla de cine de terror, artes marciales y peleas de bandas callejeras. A lo largo de su visionado, se suceden diversas acciones que parecen pertenecer a varias películas que han sido montadas en una sola. El resultado parece presagiar el cine del psicotrónico Godfrey Ho. Todo lo que sucede en el filme carece de interés y provoca el tedio más absoluto.

 
Como película de artes marciales, sus escenas de acción rozan lo amateur. Patadas al aire, poses ridículas, movimientos ralentizados, puñetazos a destiempo. La secuencia marcial en la que nuestro protagonista acude a China para demostrar sus avances parece el rodaje de un ensayo. Warhawk Tanzania, héroe en apuros del embolado, luce chulería y peinado afro, pero su falta de personalidad y carisma provoca hilaridad en el respetable.

 
Como película de bandas (se estrenó en vídeo como "Gang Wars"), el tema está insertado de manera postiza. Hay un enfrentamiento por el control del tráfico de drogas entre pandillas, lo que provoca descargas de acción callejera para dar algo de ritmo al muerto fílmico al que estamos asistiendo. Estas peleas van y vienen sin razón alguna en lo narrativo y funcionan la mayor de las veces como situaciones florero.

Como película de terror, carece de cualquier entidad y provoca momentos de comedia involuntaria. El monstruo posee a un pobre facineroso en una zona portuaria y llega hasta Nueva York refugiándose en el metro. Allí iniciará su pequeña escabechina hasta su enfrentamiento final con el no menos monstruoso Warhawk Tanzania, cuyo modelito anaranjado le haría ganar un razzie al peor vestuario sin votación previa. No hay atmósfera, ni misterio, ni sugerencia...aunque sí que hay algo de sangre.

 
The Devil´s Express (1976) es uno de los peores engendros con que nos hemos encontrado recientemente. Aseguran los créditos de la participación de cinco guionistas en el libreto lo que quizás explicaria el desbarajuste narrativo. No faltan las notas de romance, los diálogos pseudoduros, momentos tabernarios, un policía simpático, riffs de guitarra en la deshilvanada columna sonora, un chino mal maquillado y otro oriental apaleado que se ocupa de la mejor replica de la película (How are you feeling, Brotha?). El resto se lo pueden imaginar.

miércoles, 29 de enero de 2014

BLACKJACK


Surgido a mediados de los noventa, "BlackJack" es un intento loable por aportar distinción pulp a la fisonomía del héroe negro. Las aventuras de este personaje transcurren en los años treinta del pasado siglo. Su creador es Alex Simmons un inquieto escritor freelance y comprometido educador, autor de libros, obras de teatro, novelas y diversas autobiografías. La primera miniserie de "BlackJack" recibió el singular título de "Second bite of the Cobra" y constaba de tres ejemplares. En ella se presentaba a nuestro protagonista en una aventura que le llevará a Egipto para derrotar a un temible enemigo que amenaza peligrosamente la zona. 

El segundo arco argumental tuvo el título de "Blood and Justice". En él, Blackjack tiene que moverse por China y Japón para proteger a un dignatario japonés que se opone a las ordenes secretas de su gobierno. Durante su aventura se enfrentará a un peligroso grupo de asesinos y descubrirá un importante secreto vinculado con su pasado. Ambas miniseries fueron publicadas por el desconocido sello independiente Dark Angel Productions.

 
BlackJack tiene una historia vital acorde a lo esperado. Vive en una lujosa casa en Manhattan repleta de antiguedades y tesoros encontrados en sus aventuras. Sus padres fueron asesinados en España en 1923 y allí vivió junto a su hermana mayor hasta 1928 con amigos de la familia. En 1929 vuelven a Nueva York aunque sus destinos se separan. Arron tiene una profesión demasiado peligrosa para mantener lazos familiares. Su principal aliada y confidente es Sheila Mae Jean que regenta un popular local de Harlem y que le facilita importante información. Otros personajes recurrentes en sus aventuras son su ayudante Tim Cheng, su amigo Silas Lincoln y el detective Fitzpatrick. 

 
Simmons y otros autores han intentando prolongar las aventuras del personaje en nuevas arcos narrativos como "Heart of Evil", "Call of Duty", "Buried Secrets" e incluso un crossover con el mítico Tarzán, aparte de alguna incursión radiofónica y pequeños relatos. Si desean conocer más sobre este personaje pueden pinchar directamente este enlace: http://www.blackjackadventures.com/index.html.

viernes, 3 de enero de 2014

BATXPLOITATION 1972

Comenzamos 2014 con esta serie de ilustraciones creadas por el excelente dibujante Francesco Francavilla y con un curioso protagonista de excepción: Batman. ¿Se lo imaginan? Una versión a ritmo funky ambientada en las peligrosas calles de un Gothan setentero e inmersa en la estética del cine afroamericano de los 70. Un hombre murcielago fumador y envuelto en cuero investigando una serie de crímenes en el "ghetto" y con una peligrosa Black Magic Woman de afiladas uñas e instinto animal. DC sigue su personal seppuku y no parece que tenga en consideración la propuesta. El gusto pulp de Francavilla queda patente en esta memorable colección. ¡Que la disfruten!